Con exhaustivas jornadas de hasta 12 horas los fines de semana, el cuerpo médico, que sólo opera con una cuarta parte de su personal, atiende la gran demanda que impera en el Hospital General “Doctora María del Socorro Quiroga Aguilar”; estas carencias ya existían desde antes de la pandemia de coronavirus, pero se agravaron, ya que tampoco cuentan con anestesiólogos.
Eva Baeza Fuentes, miembro del Patronato de esta institución, narró que “por la crisis, muchos médicos que tenían algún padecimiento de comorbilidad, se retiraron a sus hogares; por lo tanto el hospital trabaja con apenas el 25% del personal que debería”, dijo la entrevistada.
Además, ninguno de los anestesiólogos del nosocomio está en funciones, ya que todos han sido retirados a sus casas por padecimientos de diabetes o hipertensión. Como no hay personal especializado en aplicar anestesia, hay tres personas que permanecen en espera de intervenciones quirúrgicas, sostuvo Baeza Fuentes.
“Los médicos trabajan sólo por el compromiso ético y moral que los tiene al pie; mientras tanto, el hospital opera al máximo de su capacidad”, comentó.
Insuficiencias
La integrante del Patronato indicó que, aunque hubo ayuda de asociaciones civiles, como el Club Rotario, Protesta y Fundación Grupo México, aún hacen falta más insumos y equipo especializado.
“Nos dieron batas, pero no son las especiales para entrar al área de COVID-19; hay sábanas, pero aún faltan muchas para los internados por el virus. Las sábanas de los contagiados se lavan en las lavanderías dentro del hospital, no se desechan porque no hay más. Eso poca gente lo sabe”, abundó.
Extendió un reconocimiento, no sólo al personal médico, sino también a las personas distribuidas para mantenimiento, limpieza y cocina que tienen contacto con las áreas dedicadas al virus.
Estas personas, que no son del área médica, hacen sus labores con equipos de seguridad que adquirieron pero por su cuenta, no hay equipamiento adecuado para ellos de parte de la institución.
También subrayó que los afanadores, contratados por empresas particulares que le dan servicio al Hospital, no tienen seguro social, lo cual, reiteró la entrevistada, es una injusticia.
Baeza Fuentes aseguró que el tomógrafo y la máquina de rayos “X en el Hospital siguen sin funcionar; ésta última, aunque opera de forma manual, no cuenta con las placas necesarias para la interpretación.
“Desde que llegó el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI), no se le cobra ni un peso a las personas por los servicios que otorga el Hospital, lo que ha sido perjudicial para la institución, ya que le son insuficientes los recursos que le otorga la Secretaría de Salud del estado”, concluyó la entrevistada.
Por Agustín Ferrer