En octubre del 2020, se termina el contrato con la empresa Promotora Ambiental de la Laguna (PASA), la cual inició su operación en la Isla en el 2005 con nula política de reciclaje, lo cual ha provocado que el relleno sanitario esté a punto de colapsar debido a la gran cantidad de residuos.
Cabe recordar que la administración municipal de Jorge Rosiñol Abreu firmó el contrato y concesionó por 15 años la recolección de los residuos a esta empresa, lo cual la convirtió en la primera compañía privada en recibir dicha encomienda.
El director de Servicios Públicos, Salvador Palmer Chavarría, señaló que se recolectan 200 toneladas de basura diaria y operan cuatro camiones para toda la ciudad y siete colectores de su organización.
En cuanto a la elaboración del nuevo contrato, se licitará un concurso en el área administrativa del Ayuntamiento del Carmen o se renovará, debido a que una de las clausulas estipula que se puede continuar la misma empresa o proponer a una nueva.
Impacto ambiental
Mencionó que el relleno sanitario se conforma de celdas, las cuales protegen el suelo mediante una geomembrana hecha de hule y ésta canaliza los lixiviados, por lo que se le harán unas adecuaciones para tener más tiempo de vida útil; además, en caso de renovar el contrato, se determinará otra ubicación.
Varios ambientalistas han reiterado que el repositorio ya superó el límite de su capacidad y causa problemas en la Isla al no realizar un buen servicio, sin hacer el proceso adecuado a los desechos.
“No hemos tenido la oportunidad de tener una concesión diferente y sentimos que PASA se ha quedado corto con lo que ofrece, ya que hay estatutos que deberían de ejercer pero no lo hacen y no hay nadie que los sancione” mencionó Luis Durán, activista.
Señaló que aún existe la rutina diaria de recoger los desperdicios sólidos, pero no hay ninguna separación de ellos, lo cual afecta la sustentabilidad del municipio, ya que es un Área Natural Protegida.
Destacó que es necesario que esta empresa presente las medidas de seguridad que implementan y cuál es el destino final de estos residuos.
Aseguró que todo espacio de recolección debe estar aislado para evitar la filtración de contaminantes y debe ser supervisado por las autoridades ambientales para que estas no se filtren al manto freático.
“Estamos seguros que la concesión la retomará PASA; vemos que no hay otra compañía interesada, pero es necesario reforzar la seguridad para el acopio, maximizar las estrategias para que los espacios no sean un foco de infección para los habitantes”
Por Irene Barradas