“Contrario a lo que se diga, la pandemia del COVID-19 no está controlada ni la curva se ha aplanado ni los servicios de salud son suficientes para atender la demanda de los enfermos”, afirmó Armando Chan Tun, vecino de la comunidad de Santa Rita Becanchén.
Calificó de alarmante el número de contagios y decesos por el coronavirus y mucha gente se queda en casa para reponerse de la enfermedad, aunque la gran mayoría pierde la batalla contra el virus.
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Remarca que por los medios de comunicación hay un bombardeo informativo sobre las medidas sanitarias, pero algunas de ellas son difíciles de cumplir como lo es “Quédate en casa”, la economía local no permite que uno se quede en su hogar porque hay que salir a trabajar para ganar el sostén de la familia.
Por si esto fuera poco, no hay una respuesta institucional para generar empleos emergentes o apoyos que permitan atender el llamado a resguardarse en nuestros hogares hasta que haya una solución a la pandemia.
Dijo conocer de casos de gente que han llegado a diferentes comunidades del municipio al perder sus empleos en los estados de Yucatán y Quintana Roo, en ambos, el número de contagios y defunciones son muy altos y en el caso de Quintana Roo es el turismo el mayor empleador y con el cierre de negocios o la apertura parcial no hay para cubrir los costos de operación y se opta por despedir gente.
Urgió a las autoridades tanto municipales como estatales y del sector salud a incrementar las medidas sanitarias y de seguridad para contener la enfermedad, “ya que el incremento de los casos es alarmante y no basta con reuniones donde se den a conocer las cifras porque detrás de los números hay familias que pierden un ser querido”.
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El comisario Antonio López Ek afirmó que “no somos inmunes a la patología de la pandemia del COVID-19, ya nos está afectando poco a poco y existe dos personas internadas en la ciudad capital”.
En reunión con comisarios sobre la pandemia que está dejando huella en el municipio, ganando terreno en todo el Estado y que su pueblo ha sido afectado por la enfermedad, inclusive en su familia y gracias a Dios ya está superada.
Indicó que la comunidad está rodeada de agua por las inundaciones pasadas, culparon al brote de moscos de mayor tamaño y de pronto la mayoría tenía calentura, en aquel entonces no poder salir del pueblo por estar muy alta el agua y soportaron el ataque de los vectores después el dolor de huesos, de cabeza, la calentura y de último se les fue el apetito sin sabor.
Explicó que en una plática con el personal de salud les confirmaron que no se trataba de dengue sino de COVID-19, pero como no acudieron a ningún Centro de Salud o hospital pues no sabían a qué se refiere la enfermedad por lo que piden mayor atención a las comunidades.
En Chunyaxnic la misma situación, los comisarios ejidales y municipales ya se contagiaron y sin saber de qué se trata, dijeron ser dengue o chikungunya, pero ninguno de los dos, fue coronavirus.
“Algunos del pueblo siguen convalecientes y no se han podido recuperar pero como son jóvenes puede que no haya mayor complicación”, externaron Róger Antonio Poot Chan y Porfirio Tun Poot.
Por Jorge Alberto Uc Moreno y Jorge Amado Caamal Ek