Una denuncia anónima por la presunta procedencia ilegal de maderas preciosas derivó en un operativo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en conjunto con la Guardia Nacional (GN), en predios de Playa Norte donde se ha desatado el desarrollo inmobiliario con la ampliación del Malecón Costero en Ciudad del Carmen.
Derivado de la obra costera, se ha acelerado la construcción de palapas para casas de playa, bares y restaurantes, por tal motivo ambientalistas como Miguel Benítez Heredia, de Ecovigilantes Carmen, han pedido que se investigue la procedencia de la madera utilizada, pues puede provenir de tala ilegal o contrabando.
En el caso ocurrido ayer, el personal de Profepa acudió a las 10:50 horas al predio de la avenida Paseo del Mar entre calle 84 y calle 82, en la colonia San Carlos, donde se encontraban troncos de diversos tamaños recién cortados y de los cuales de desconocía su procedencia legal.
Los agentes federales de la Guardia Nacional acompañaron a los inspectores de Profepa en aproximadamente siete patrullas de la corporación; para conocer la procedencia de los troncos abordaron al encargado del lote, quien aceptó recibir a los oficiales.
Fue después de varios minutos de inspección que el encargado mostró la documentación de los troncos para verificar que eran especies permitidas; sin embargo, los inspectores de Profepa tomaron fotografías y mediciones de cada uno para continuar las indagatorias. La zona también fue acordonada varios minutos.
Boom inmobiliario propicia tala ilegal
Al respecto, Benítez Heredia consideró que debe haber más verificaciones, pues el boom inmobiliario en la franja costera ha propiciado el uso de maderas de las cuales no siempre se comprueba su procedencia legal.
Refirió que el tráfico ilegal y la tala inmoderada de maderas preciosas deben ser erradicadas en el país, por lo cual las acciones emprendidas ayer por personal de Profepa y Guardia Nacional es para controlar la deforestación, pero debería haber más indagatorias.
“Las acciones emprendidas por las autoridades federales para verificar que las maderas que se usan para la construcción de palapas en las playas sean legales, deben ser parejas para todos y no afectar al más débil y proteger a los poderosos, sino que sean parejo para que todos cumplan con la ley; ya que no se puede hablar de conservación del medio ambiente cuando el ser humano destruye los bosques”, aseveró.
“Ecovigilantes trabaja para que sean regulados los permisos y se compruebe la autenticidad y legalidad sobre la procedencia de las maderas para la construcción de las palapas, de tal modo que la labor que realiza la GN y la Profepa es una muestra que se llevan las estrategias del Gobierno Federal sobre la conservación del medio ambiente y el freno a la depredación de especies”, agregó.
Indicó que la supervisión no sólo se debe llevar en Playa Norte, sino en todas las zonas donde se construyen palapas, “nosotros no nos vamos a oponer, porque soy un prestador de servicio de construcción de palapas; sin embargo, como representante de una asociación ambientalista tengo que cumplir con mis permisos y anuencias de las autoridades para llevar a cabo un proyecto, para no contravenir la ley ambiental y destruir los bosques y selvas”.
Crecimiento inmoderado
Manifestó que la construcción de palapas en Playa Norte se ha intensificado debido a la “fiebre” de que la zona sería detonada como turística, pero los terrenos no se encuentran regulados y eso es una problemática que puede traer consecuencias legales.
“Ciudad del Carmen se abre al turismo y a otras industrias, pero se debe controlar la tala ilegal de maderas preciosas para la construcción de las palapas, pues existen otros materiales que pueden sustituir a la madera y eso es lo que busca Ecovigilantes, fomentar talleres para instruir al empresario sobre el uso mínimo de la madera”, señaló.
Expresó que otras áreas donde se presenta este fenómeno son las franjas de playa sobre la carretera federal, donde grandes construcciones han invadido la Zona Federal Marítima Terrestre (Zofemat) en incluso inmobiliarias venden predios que no son propiedad, sino concesiones que deben ser reguladas.
CI