Bertha María Chan Alpuche, de 72 años, originaria de Salcanchén San Antonio, Campeche, llegó a Escárcega a la edad de 9 años junto con sus padres, Gaspar Chan Cuevas y María Magdalena Alpuche, cuando la ciudad aún era un campamento chiclero, y desde entonces toda su vida la ha dedicado a trabajar y hoy en día continúa con su labor de comercio de antojitos.
Dijo que desde pequeña sus padres la enseñaron a sembrar y cosechar maíz, luego se dedicó a la venta de carbón y posteriormente otros productos. Cuando cumplió 15 años se casó y se convirtió en comerciante de comida típica mexicana, actividad que ha desempeñado por 57 años y ahora piensa dejar el negocio en manos de sus hijos.
Narró que su comercio comenzó con la venta de empanadas grandes dentro de la ciudad, pues aseveró que ella es la inventora de este antojito, el cual se ha vuelto popular dentro y fuera del municipio.
Hoy en día cuenta con un establecimiento ubicado en la colonia Centro, y comenta que no dejará de trabajar por que se enfermaría.
Bertha María es ampliamente conocida en la ciudad y hace algunos días cumplió 72 años, y aunque enferma señala que tiene fuerzas para seguir como comerciante, por lo que la ciudadanía que la conoce asegura que la emprendedora es un ejemplo de vida y que se puede salir adelante en cualquier ámbito laboral.
Exhorta a las mujeres a trabajar y no depender de ella
Al preguntarle a Chan Alpuche cómo festejó el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, dijo que pasó la jornada como de costumbre: en su negocio de venta de antojitos que le ha dado para sobrevivir y con ello ha logrado sacar adelante a sus hijos.
Sin embargo, exhortó a las mujeres a aprender a trabajar y no depender de nadie, tampoco de la pareja, sino que deben fijarse metas y cumplirlas con base a insistir hasta lograr el objetivo deseado.
Aclaró que lo anterior no es fácil pero la recompensa al final es ver el camino recorrido y sentir que se deja un legado, que se ha hecho algo por la sociedad.
CI