En Campeche, la población mayor de 15 años de edad que no sabe leer ni escribir supera el promedio nacional, lo cual demuestra que aún persiste un rezago educativo. A pesar de que en los últimos 20 años ha disminuido poco a poco el analfabetismo en el estado, todavía es una cifra alta comparada con la cifra a nivel nacional.
Mientras en esta entidad 5.9 por ciento de las personas que tienen más de 15 años sigue inmersa en este retraso educativo, el promedio en el país es de 4.7, por lo que Campeche sigue lejos de poder erradicar el problema del analfabetismo en la entidad.
Lo más grave es que esta situación les impide a las personas analfabetas del estado ser más independientes para desenvolverse en su entorno e incluso salir de éste, así como mejorar el mercado laboral en la entidad.
Así lo revela elÍndice de Rezago Social (IRS) 2020 que publicó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), donde Campeche ocupa el noveno lugar en analfabetismo, después de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Zacatecas, Yucatán e Hidalgo.
Poblaciones jóvenes y adultas con obstáculos
Pero el rezago educativo no se reduce a la población joven y adulta, entre los niños también imperan problemas que les impiden acudir a clases, ya sea por falta de recursos económicos, por la lejanía entre su casa y el plantel más cercano o porque deben ayudar en el trabajo a sus papás.
Comparado con el promedio nacional, Campeche está ligeramente por arriba, pues 6.4 por ciento de los niños de seis a 14 años no asiste a la escuela, mientras que en el país el promedio es equivalente a 6.1 por ciento, lo cual vuelve a ubicar al estado del Sureste mexicano en la novena posición a nivel nacional, después de las entidades de Chiapas, Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Chihuahua, Quintana Roo, Veracruz y Baja California.
Sobre el rezago educativo, el secretario ejecutivo del Coneval, José Nabor Cruz Marcelo, comentó que tanto el analfabetismo como las personas que no terminan la secundaria son problemas que causan un mercado laboral precario, porque al haber bajos niveles de escolaridad, hay bajos niveles de ingresos salariales.
“Si hay rezagos educativos, hay implicaciones sociales, en el sentido de que no hay manera de tener mayor capital humano con mejores ingresos y mayor escolaridad, lo cual afecta en los niveles de pobreza, porque si no mejoran los ingresos, las personas no salen de esta situación vulnerable”, apuntó José Nabor Cruz.
En entrevista con esta casa editorial, comentó que, si estas cifras ya son altas, tras lo que ocurrió en la pandemia, el rezago educativo va a empeorar en todo el país, porque los datos del IRS toman como base el Censo de Población y Vivienda que se levantó en marzo de 2020, por lo que aún no se cuentan con datos posteriores al confinamiento por la emergencia sanitaria.
“Si ya eran altas previa a la pandemia, después de ésta van a elevarse. El rezago educativo va a aumentar, pero eso aún no está reflejado, pero cuando Coneval dé a conocer la pobreza multidimensional, que será a finales de junio, ahí sí vamos a tener mayores elementos para ver con claridad qué efectos hubo en estos meses de la pandemia”, aseveró.
De los tres indicadores que Coneval utiliza para medir el rezago educativo en el país, Campeche mejora ligeramente en las cifras relacionadas con la población que no terminó la secundaria, colocándose por encima de Yucatán y casi igual que el promedio nacional, por lo que ocupa el lugar 11 de las 32 entidades del país.
En el estado campechano, 29.7 por ciento de la población mayor de 15 años no concluyó la educación básica, lo cual significa que tres de cada 10 personas mayores de 15 años no cuenta con certificado de secundaria.
Calakmul, el municipio con mayor rezago educativo
Al revisar el rezago educativo por municipio, en Calakmul el nivel de analfabetismo se agudiza comparado con el resto del estado, pues 13.2 por ciento de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir, cifra que es ligeramente superior al doble del promedio estatal que es 5.9 por ciento.
Sin embargo, el municipio de Candelaria es el que tiene más población mayor de 15 años que no ha terminado la secundaria. Aquí, el 44 por ciento de las personas que deberían haber concluido la educación básica no cuenta con un certificado de secundaria, porque dejó a inconclusos sus estudios.
Mientras que Hopelchén es el municipio con mayor proporción de niños de seis a 14 años que no asiste a la escuela, pues 19.8 por ciento de este sector de la población infantil no cursa la primaria ni la secundaria, cifra que triplica el promedio estatal.
Esto significa que en Hopelchén, dos de cada 10 niños de seis a 14 años no va a la escuela, ya sea porque no cuentan con los recursos económicos o porque deben ayudar en casa e incluso porque trabajan con sus papás.
Avances
No obstante, estos niveles de analfabetismo, así como de niños que no asisten a la escuela y de los que no terminaron la secundaria han disminuido comparados con las cifras del año 2000.
Hace 20 años, el 25.7 por ciento de la población mayor de 15 años en Calakmul era analfabeta, es decir, que uno de cada cuatro no sabía ni leer ni escribir hace dos décadas, mientras que 85.5 por ciento de los habitantes mayores de 15 años de ese mismo municipio dejaron incompleta la educación básica y 12 por ciento de los niños de seis a 14 años en Hopelchén no asistían a la escuela.
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JG