La práctica que aún prevalece en algunas colonias de la Isla sobre la matanza clandestina de cerdo, así como la compra de carne de res de dudosa procedencia (abigeato) y, por consiguiente, carecen de una supervisión sanitaria, ponen en riesgo la salud de los consumidores.
La dirigencia del Sindicato de Matarifes ha hecho de forma constante estos señalamientos e incluso los ha reportado a la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Campeche (Copriscam); sin embargo, no se ha podido contrarrestar esta situación que constituye un problema de salud pública, dijo el secretario general del Sindicato de Matarifes, Primo Salazar Góngora.
Mencionó que la matanza clandestina de cerdos, así como la introducción de carne de dudosa procedencia res a la Isla, aparte de constituir un riesgo para la salud de los consumidores, también representa afectaciones a los ingresos económicos de los carniceros establecidos y que conforman el Sindicato de Matarifes, porque las personas que se dedican a la venta de carne en el mercado negro ofrecen el kilogramo del producto a un precio bajo, porque carecen de verificación sanitaria.
Manifestó que antes de la pandemia, insistieron a las autoridades sanitarias, sin embrago, no se llevaron a cabo las investigaciones, y cuando iniciaron los contagios, se dificultaron los operativos planeados, además el sindicato debió presentar la lista, fotografías y videos de las presuntas tiendas y carnicerías clandestinas que se encuentran en la Isla.
“De manera constante hemos señalado que en Carmen existen diversas tienditas que se dedican a la venta clandestina de carnes de cerdo y res que no pasan a ninguna verificación sanitaria, alimento que puede traer consecuencias en la salud de los consumidores. El reporte lo hemos hecho en tiempo y forma, para que no culpen a los carniceros establecidos cuando se presenten infecciones o intoxicaciones por consumo de carne de dudosa procedencia, ya que la carne que venden los matarifes en sus locales todas llegan con certificación sanitaria”, señaló.
Explicó que en el rastro municipal se lleva a cabo el proceso y supervisión de la matanza y maquila de la carne, y los canales que se compran a productores de Yucatán y de otros estados, vienen bajo Tipo Inspección Federal (TIF), que pasan todas las normas de salud para consumo humano e incluso con el sello de verificación sanitaria, por ello, la carne que venden los matarifes en el mercado y en las carnicerías que tienen en las colonias, es segura y apta para consumo humano.
“Vamos a continuarán con el tema de carnicerías clandestina en Ciudad del Carmen, con la próxima administración estatal para que haya otras expectativas y se contrarreste esos negocios, por la salud de las familias carmelitas, sobre todo en estos tiempos críticos de pandemia”, finalizó.
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JCL