De forma adicional al Tren Maya, en Campeche tienen contemplado que por las mismas vías férreas también circule un tren urbano; incluso, en el proyecto inicial informaron que serían tres tipos de vagones: uno de carga pesada, otro de turismo y uno más de pasaje; éste último aún no ha sido concretado y será en este 2022 cuando arranque el estudio de factibilidad, el cual determinará si en la zona de la ciudad y algunas poblaciones deben construirse otras vías o adecuar las existentes para que este transporte esté lo más cerca de las poblaciones.
Para realizar el estudio, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) informó en enero pasado que invertirán 29.9 millones de pesos, según lo estipulado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, ya que no será un sólo estudio sino 11 análisis, entre los que se encuentran el de costo-beneficio, el cual será el encargado de medir la relación entre el coste por unidad producida de un bien o servicio y el beneficio obtenido por su venta.
Otro análisis relevante que efectuarán es la evaluación de impacto ambiental, el cual es un instrumento de la política ambiental, que tiene como principal objetivo el de prevenir, mitigar y restaurar los daños al ambiente, así como la regulación de obras o actividades para evitar o reducir sus efectos negativos en el entorno.
El tercero considerado como prioritario de realizar y de los que más polémica podría generar, es el de ordenamiento territorial, el cual está encargado de la planificación, programación global y coordinación de un conjunto de medidas que buscan una mejor distribución espacial de los seres humanos, actividades productivas y recreativas, al tomar en cuenta los recursos naturales disponibles (potencialidades-restricciones) y tiene que contribuir al desarrollo armonioso de cada territorio, para que no sean afectados con la edificación de nuevas rutas.
Lo planteado por las dependencias es una obra de 20 kilómetros, que se convertirá en el medio de transporte público protagonista del Estado, para desahogar el tráfico vehicular que hasta el momento está dominado por coches particulares; el cual, en la entidad, de acuerdo con el reporte del Parque Vehicular del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), es de 266 mil unidades en circulación.
Este medio de transporte también funcionará para unir a la población con el Tren Maya, ya que en 2021 anunciaron que el proyecto ya no pasaría por la ciudad de Campeche, en donde hay amparos interpuestos para suspender las actividades de construcción.
Integrantes del Colectivo Tres Barrios pusieron recursos legales en contra de la obra y les fueron concedidos finalmente los amparos; en sus argumentos, los quejosos consideraron que el paso de la obra por el Centro de Campeche representaría desalojos forzosos, por lo que, tras conocer la noticia, festejaron que la razón se haya impuesto sobre la imposición.
A pesar de la negativa de habitantes de la zona para el paso de la megaobra de infraestructura, con el tren ligero se plantea usar el derecho de vía al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), quienes realizan el Tren Maya, correspondientes a la infraestructura existente de las líneas FA y FL.
Alrededor de estas vías hay asentadas 11 mil 690 viviendas que iban a ser reubicadas, por lo que la demanda potencial del nuevo proyecto -de transporte vía ferrocarril- es de 21 mil personas.
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JG