En Campeche, el sistema de distribución y red de agua potable abastece el líquido al 95 por ciento de la población, porcentaje cercano de la media nacional que es de 96 por ciento, pero se encuentra en la “etapa final de su ciclo de vida” ante la falta de mantenimiento y mala planeación durante su construcción, situación que se agrava ante los altos índices de morosidad de pago a nivel estatal, con excepción de Campeche y Carmen; sin embargo, esta situación pone en riesgo de colapso el sistema como ya pasó en Ciudad del Carmen en los últimos días, indicó Álvaro Gutiérrez Castro, director general de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Campeche (CAPAE), quien no precisó cuántos años más durará la red hidráulica del Campeche, pero si aclaró que el Acueducto Paralelo Chicbul-Carmen debería durar hasta el 2030 con el mantenimiento necesario.
De acuerdo al Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el caso de las entidades del Sur-Sureste como Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz de Ignacio de la Llave y Tabasco, la población recibe al año 67.2 por ciento de agua, que es más de la mitad del agua renovable (la cantidad máxima de agua que es factible explotar anualmente en un país sin alterar el ecosistema y que se renueva por medio de la lluvia); no obstante, sus habitantes tienen menor acceso al vital líquido, pues no cuentan con los servicios básicos como un sistema de distribución en tubería para llegar a la vivienda, mientras que en Campeche cada habitante recibe cinco mil 815 metros cúbicos de agua renovable media y de seis mil 46 metros cúbicos de agua renovable per cápita.
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Mientras que, el porcentaje de la población con servicio de agua entubada por entidad federativa, en Campeche desde 1990 que era de 67.8, para el año 2000 subió a 80.7, en 2005 a 85.3, en 2010 tuvo un ligero descenso a 85, para el 2015 subió a 93.4, mientras que en 2020 subió a 95, que es el que se mantiene, y el porcentaje de viviendas particulares habitadas con disponibilidad de drenaje, ya sea dentro de la vivienda o en el patio, es del 95.6 por ciento.
Gutiérrez Castro señaló que, en el caso particular del estado, la CAPAE en situaciones administrativas estaba saturada de personal que “no hacía nada”, gente incompetente; “toda esa parte ya la superamos, pero se perdieron plazas, por lo que ya creamos una nueva área de planeación y creación proyectos”.
Por lo anterior, informó que ahora ya se cuenta con un estudio completo de la problemática del sistema del Estado que en próximos días se presentará para acciones concretas de aquí a los próximos cinco años.
Gutiérrez Castro subrayó las instalaciones con las que se entrega ese 95 por ciento del agua a la población “están a punto de fenecer, ya están en el límite de su vida útil; sin embargo, aquí la lucha va a ser en el tema cultural en cuanto al pago del agua, pues si la gente pagara el equivalente a un refresco embotellado de dos litros al mes al operador del sistema de agua potable municipal o ejidal, con eso es suficiente para que dar mantenimiento a los equipos y pagar la luz”.
Detalló que el índice de morosidad es “muy alto en el Estado”, pues “solamente paga la gente de Carmen y de Campeche, pero fuera de estos dos municipios prácticamente ni un campechano paga el agua que consume, a excepción de una comunidad o poblado que se llama Carlos Cano Cruz. Al Sur del municipio de Campeche, en donde ahí sí cobra el agua, pues el agente municipal recauda la cuota por servicio medido y cada hogar tiene un medidor”.
Puso como ejemplo a esta comunidad de cómo debiera ser en el Estado, y que “si así lo hiciéramos en esta administración daríamos el siguiente paso: tratar el agua que utilizamos, porque si bien le damos el agua al 95 por ciento de la población, también ese 95 por ciento envía el líquido al subsuelo, pero contaminado luego de usarlo”.
Añadió que lo más que se hace en Campeche es separar los sólidos con fosas sépticas, pues no hay drenajes, “pero el agua entra sucia al manto freático y finalmente las bombas la vuelven a absorber y es el agua que nos regresan, pero eso se debe a que nos faltan recursos para implementar acciones, entonces por ello se debe llegar a automatizar los sistemas de cobro, hay que llegar a niveles como en Mérida”.
Por último, dijo que el Gobierno Federal con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Gobierno Estatal con la Capae y el gobierno municipal a través del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapac), “no podemos sostener más un sistema como el que tenemos ahora, pues los que vamos a sufrir las consecuencias somos los ciudadanos y hoy vemos ese problema aquí, precisamente en Carmen”.
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JG