El estado de Campeche ha registrado aumento en actos delictivos ligados con el narcotráfico en el último año, donde grupos criminales optan por quemar a las víctimas después de ejecutarlas para borrar las evidencias, estos ataques se han caracterizado como “emboscadas” y su frecuencia ha sido en los municipios de Campeche, Carmen, Candelaria y Escárcega.
Las ejecuciones en lo que va del año se contabilizan con el último hecho en el municipio de Candelaria, donde el miércoles hallaron un cuerpo calcinado (segundo del año), para sumar 19 ejecutados o emboscados, dos enterrados y dos embolsados.
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Lo anterior deriva de la intromisión de la delincuencia organizada que disputa la plaza de Campeche con otras bandas criminales que sin piedad ejecutan, torturan y luego tiran los restos en brechas de terracería, los queman o embolsan, aunado a los que interceptan en carreteras y acribillan.
Índice delictivo
Durante el 2022, en enero se registraron 14 homicidios de los cuales cinco fueron dolosos y cuatro con arma de fuego, todos ligados con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), resalta la ejecución de un joven apodado “El Junior” quien recibió un tiro de gracia y fue localizado en un camino mecanizado en el municipio de Hopelchén, con huellas de tortura y cuya desaparición fue reportada por familiares a finales del 2021.
El mismo mes se confirmó la ejecución de Marcos “N” alias “El Tigres” y dos de sus empleados que fueron emboscados por un comando armado en la comunidad Estrella del Sur, en el municipio de Escárcega, los autores detonaron cerca de 60 tiros contra las víctimas de armas de asalto AK47 y AR-15, este incidente fue relacionado con el CJNG debido a problemas de venta de droga en la región.
En febrero, el índice delictivo redujo, el saldo fue de dos muertes por uso de arma de fuego, una por un accidente de cacería en Calakmul y un ejecutado en el rancho “La Constancia”, situado en el municipio de Escárcega, donde se localizó el cuerpo torturado de un hombre en el interior de una camioneta que fue enterrada, ese ese lugar se logró la detención de tres personas y el decomiso de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército.
En marzo y abril sólo hubo dos muertes -una cada mes- por uso de arma de fuego que quedaron bajo la tipificación de homicidio calificado; la presencia del crimen organizado y de la banda de usureros de los Colombianos no se daba a notar aún.
Hilos de muerte
En mayo, el pleito por el trasiego y venta de narcóticos en la entidad dejó víctimas y predios baleados, al menos una persona desaparecida, la colocación de narcomantas, en las que integrantes del cártel Pura Gente Nueva (PGN) amenazaron a los Colombianos.
De las víctimas del crimen organizado en mayo hubo cuatro ejecutados, tres de ellos mujeres al estilo sicario y perpetrados en Ciudad del Carmen, cuyo móvil fue un “ajuste de cuentas” por el grupo de los Colombianos; la tercera mujer asesinada fue en la unidad habitacional Fidel Velázquez de la ciudad de San Francisco de Campeche junto con su pareja, el 31 de mayo, también por ajuste de cuentas entre vendedores de narcóticos. El autor fue asegurado.
La última ejecución de ese periodo fue el hallazgo de un carro incendiado con un cuerpo dentro de un hombre en la comunidad de Las Gaviotas, la víctima presentó un tiro en la cara y huellas de tortura, al poco tiempo se logró la detención de dos personas, entre ellos el jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación.
En junio, hubo nueve casos, de los cuales cinco fueron ligados por un ajuste de cuentas, entre el cartel y colombianos, resalta un cuerpo embolsado con huellas de tortura y dos emboscados en la carretera rumbo a Escárcega.
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JG