Agentes federales, militares, así como estatales, junto con empleados de la Copriscam, acudieron a la zona de restaurantes y bares de la denominada zona de “cocteleros” quienes revisaron las instalaciones, así como documentación para la venta de etílicos, en busca de impedir que exista la venta de narcóticos en estos sectores.
En dicha zona se clausuró la barra y neveras de un sitio por no contar con los precios visibles.
El operativo dio inicio en horas de la tarde, cuando se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad donde estuvo involucrada la Fiscalía General de la República (FGR), Sedena, Guardia Nacional (GN), uniformados de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC), así como de su departamento canino (K9), para brindar protección a los inspectores de la Copriscam en el operativo.
El despliegue de las autoridades llamó la atención de los ciudadanos, quienes pensaron que se trataba de un cateo o de alguna orden de aprensión, sin embargo, esto fue descartado rápidamente por los propios uniformados, los cuales revisaron los negocios con giro de restaurante y bar.
Los agentes policiales estatales ingresaron a los locales con los perros entrenados en busca de estupefacientes para evitar el tráfico o venta de narcóticos en zona “familiar”, el cual tuvo saldo blanco, ya que no se encontró indicio de dichas sustancias.
Los inspectores revisaron cerca de cinco locales, pero al llegar al “Sábalo” encontraron varias anomalías en la venta de etílicos sumado a que carecían con permisos actualizados, por lo que se procedió a la clausura temporal de la “barra de alcohol”, así como a sus neveras, sin embargo, se permitió que se continúe con la venta de alimentos por lo que no hubo desalojo.
Una vez concluido las libranzas en dicha zona, los efectivos se retiraron a otros puntos aleatorios de la ciudad para la revisión de bares, cantinas y restaurantes, hasta el momento sólo se aplican clausuras temporales o preventivas.
En la última acción no hubo personas detenidas ni conatos de bronca a pesar de la molestia de algunos meseros, quienes señalaron que perderían a los clientes al no poder vender alcohol tras esto, en el negocio del “Sábalo”.
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LV