Ante el incremento del precio de los insumos para la elaboración de las tortillas, los empresarios de la “Sabana del Descanso” acordaron subirle dos pesos al kilogramo de tortilla, durante una reunión donde externaron su preocupación por el gasto y para valorar la posibilidad de modificar lo que le cobran al público por uno de principales alimentos de las familias campechanas.
La reunión de los pequeños empresarios se llevó a cabo en el domicilio del señor Carlos Candelario Rufino May, quien dijo que urge que las autoridades estatales estén pendientes de las empresas harineras, así como de los vendedores de gas LP, que casi cada semana incrementan sus precios afectando no solo a los tortilleros, sino a las panaderías, fondas y restaurantes, aunado a los hogares.
Mediante un anuncio elaborado con cartulina, el empresario dio a conocer a sus clientes el incremento del precio de las tortillas el cual de 22 pesos que costaba el kilogramo pasa a 24 pesos a partir de este martes siete de marzo. A los motorrepartidores se le pagarían 24 pesos con 50 centavos.
De igual forma se dio a conocer que el kilo de la masa de 12 pesos pasará a 14 pesos, la masa con Minsa costará de 13 a 15 pesos, todos estos precios inician hoy martes en este municipio.
Rufino May mencionó que el precio del bulto de la harina Maseca tuvo un incremento exagerado de 25 pesos por costal, mientras que Verónica Ambrosio, encargada de la tortillería “Yereni”, dijo que ya no pueden mantener el costo del alimento debido a que el Gobierno del Estado no apoya a los pequeños comercios de la masa y la tortilla, toda vez que no hay subsidios.
“No hay apoyo a las medianas empresas que tienen que comprar refacciones de las maquinarias que usan, como las de tortillas que se dañan por el uso, y si no se le sube el precio no se puede rehabilitar, además de que hay que comprar gas LP, pagar el recibo de luz, el sueldo de los empleados, pago en Hacienda, licencia de funcionamiento y otros gastos, por lo que las ganancias son mínimas”.
Es por ello que los empresarios del ramo acordaron que elevarían el valor del alimento, pues las dificultades que atraviesan los tortilleros de la región son muchas y sólo con un poco más de dinero pueden solventar algunas de ellas.
Rufino May comentó que la decisión fue un poco difícil, ya que tampoco quieren afectar la economía de las familias, pero al hacer cuentas no pudieron ajustarse con sus gastos de cada mes, sobre todo de los trabajadores.
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LV