Tras anunciar que presentará una denuncia por amenazas ante la Fiscalía General de la República y de responsabilizar de ataques a su persona o familia a los consejeros Abner Ronces Mex, Juan Carlos Mena Zapata y al presidente de Morena, Erick Reyes León, la expresidenta del Instituto Electoral del Estado de Campeche, Lirio Suárez Amendola acusó que las graves irregularidades en la administración pasada puso de manifiesto el clima de impunidad de quienes permitieron la crisis por la que atravesaba el IEEC además sostuvo que “este acoso judicial no fue más que una forma de desviar la atención de las omisiones del pasado para buscar un pretexto que les permitiera legitimar mi salida”.
En conferencia de prensa, planteó que el IEEC enfrentó en el 2021 una grave crisis electoral y administrativa, con elecciones seriamente cuestionadas que dieron lugar a una sentencia de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que ordenó un recuento total jurisdiccional para restaurar la certeza por la diferencia de más de 100 mil votos. Además de los serios problemas financieros que arrastró con adeudos de más de 110 millones de pesos que incluían deudas a entes de seguridad social, de recaudación fiscal, partidos políticos y proveedores del proceso electoral.
La denuncia ante las irregularidades encontradas, aseveró que la catalogaron “como un acto de falta de tacto político y de capacidad de negociación, por lo que se inició una campaña de difamación en mi contra cuya intención era desestimar la situación del Instituto y desviar la atención del encubrimiento de las omisiones que dieron lugar a la grave crisis del Instituto electoral”.
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Aseguró que “la persecución a la que fui sometida fue a todas luces notoria y vinculada esencialmente al encubrimiento y protección tanto de quienes generaron la crisis como de quienes fueron omisos ante lo que sucedía en el Instituto”. Y aunque resaltó que su fortaleza ciudadana, es no pertenecer a ningún grupo político, por lo que fue la mejor garantía de imparcialidad ante la ciudadanía, sin embargo, al ser “un sistema plagado de intereses individuales”, también fue su “mayor debilidad al no tener respaldo político que fuera un contrapeso a tal persecución”.
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KR