Las restricciones fiscales de los primeros tres meses y en los últimos tres, así como las vedas electorales, afectan a los trabajadores de la industria de la construcción, pues los recursos que se deben ejercer no se aplican por lo que los proyectos quedan estancados y la única forma de sobrevivir es con lo poco que genera la iniciativa privada, cuando algunos empresarios deciden arriesgarse, y otras personas que invierten en la mejora de sus viviendas.
Otros obreros se ven en la necesidad de salir fuera de la ciudad y el municipio para llevar el pan a la mesa, señaló María Lorga Hernández Jiménez, representante del Sindicato General de la Construcción afiliado a la Confederación General de Trabajadores (CGT).
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Dijo que la aplicación de la veda electoral les impacta; de igual forma también les afectan los cierres fiscales y la tardanza en la apertura de los programas, “pero en lo que se refiere a las elecciones, afecta a los obreros porque casi no hay empleos, no hay recursos, y los proyectos se postergaron”.
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Hernández Jiménez señaló que como sindicato batallan en ese sentido con sus afiliados, pues ellos viven al día, “esto ha provocado que la mayoría de los socios vayan saliendo de la ciudad; se van a trabajar donde tengan oportunidad; trabajan donde hay empleo como en el Tren Maya, pues no les queda de otra porque no hay trabajo en la Isla”.
Detalló que los sindicalizados sobreviven de las obras de la iniciativa privada; “vivimos con obritas como remodelaciones, construcción de departamentos, casitas y ampliaciones, así sobreviven los obreros”.
Indicó que por el momento no hay obra pública, tanto del gobierno municipal como del estatal, por lo que se sostienen de los particulares, y puntualizó que esperan que con los resultados de las próximas elecciones las cosas mejoren, “con el cambio de gobierno esperamos que las cosas mejoren y nos tomen en cuenta, porque sí necesitamos las obras que hace el gobierno”.
Añadió que deben tomar en cuenta a los sindicatos porque hay los que realmente quieren trabajar, y al final el afectado no es el sindicato, sino el obrero.
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KR