A punto de cumplir un mes de iniciada la temporada de pulpo maya, los resultados son más que malos, según reportan ribereños como Gustavo Chablé Aké y Pedro Chi Ortega, quienes se resisten a trabajar en la pesquería de manera tradicional porque no resulta redituable por la ausencia del molusco en el litoral local.
Aseguran que no hay pulpo en las costas y lo que se ha capturado -hasta ahora- lo obtienen con métodos ilegales, no “gareteado”, algo que ya no es secreto a voces.
Gustavo Chablé Aké y Pedro Chi Ortega dijeron desconocer cuánto le están pagando a los llamados “camacheros” (buzos) el molusco a orilla de playa, pero dijeron con firmeza que invariablemente tallas autorizadas no deben ser, pues no lo dejan crecer.
“Capturan puro pulpo pequeño y lo hacen a distancias no muy lejanas del litoral campechano. Supe que iban a pagar hasta 90 pesos el kilo, pero no estamos muy enterados”, destacaron.
Los declarantes dijeron que por ahora se dedican a la pesca de especies, pues dudan dedicarse a la captura del molusco ya que no hay manera de “garetear” para conseguir una especie que no hay.
Destacaron que seguirán en la captura de especies de escama mediante la “lisera”, actividad que se realiza por las noches porque logran regresar a casa con algo de utilidad para el hogar, además de que no le invierten mucho.
“No tiene caso hacer una inversión para salir al pulpo, mejor nos quedamos con lo seguro, trabajando la captura de escamas, ganando entre 300 y 600 pesos diarios, dependiendo de cómo nos vaya con los volúmenes”, dijo Gustavo Chablé.
Aunque en Champotón se observan lanchas acondicionadas con artes de pesca para el “gareteo”, advirtieron que la realidad es que esa minoría lo hace fuera del litoral, es decir, emprenden viajes largos mar adentro para conseguir una talla mejor.
JGH