"No matarás": Católicos y Evangelistas se unen contra el aborto en Campeche

Las iglesias Católica y Evangélica de Campeche rechazaron la legalización del aborto aprobada ‘en lo obscurito’ por diputados del Congreso del Estado, al coincidir en que la vida comienza desde la concepción y nadie tiene el derecho de acabar con ella, además de ir en contra del precepto divino plasmado en la Sagrada Biblia de ‘no matarás’.

El Obispo José Francisco González González recriminó que los diputados del Congreso Local hayan aprobado esta reforma al Código Penal Local, en sesión a puerta cerrada y de madrugada, aprovechando las festividades del Carnaval, pues las luces de la fiesta y los sonidos estridentes opacaron el grito silencioso de los ‘nasciturus’ destinados a la muerte. Sentenció que el aborto se opone a la virtud de la justicia y viola directamente el precepto divino de ‘no matarás’, y repudió que el argumento aducido sea buscar ‘el bien de la madre mujer’ y ‘que no muera’, cuando la muerte del hijo da una doble muerte para la madre, así lo dicta la misma naturaleza de la maternidad.

Aseguró que, si bien esta práctica se quiere mostrar como ‘inofensiva’, ‘un derecho’ y ‘una decisión personal’, datos científicos prueban que la vida comienza desde la concepción, además de que deja secuelas orgánicas, espirituales y psicológicas no sólo en la mujer sino en la misma familia. “Cuando hay y existe una vida humana, nadie tiene el derecho de destruirla. Por eso, la vida de un ser humano no debe ser protegida sólo por la madre que lo lleva en el útero, o por el padre que lo ha procreado, sino por toda la sociedad. Quien va perdiendo la humanidad y el alma, se puede convertir en un desalmado”, arremetió.

Y atajó que, por ser una ley universal y no de menor calado como es el de la vida de los más inocentes, no debió tratarse como un asunto privado, sin tomar en cuenta y respetar la conciencia y el parecer de muchos. En ese sentido, reveló que, según el Código de Derecho Canónico, quien impulse, realice o apoye esta práctica, quedará fuera de la iglesia, es decir, excomulgado, y no podrá participar en la eucaristía; y pidió al sector saluda respetar a los médicos que, bajo la ‘objeción de consciencia’, se opongan a practicar abortos en los hospitales.

Por su parte, el presidente de la Comunidad Evangélica del Estado, Alfonso Durán Moo calificó como ‘triste’ y ‘nefasta’ la aprobación de la despenalización del aborto por parte del Poder Legislativo, y la consideró una ‘Ley de Muerte’ que condena a millones de niños por nacer, sin darles la oportunidad de defenderse, a la sentencia de muerte. “Esta ley, con otras de reciente aprobación, están sumiendo a la sociedad a un caos social, familiar y moral”, asentó, al advertir que esta ley causará más muertes que las guerras. Manifestaron su rechazo, porque va en contra de los principios divinos plasmados en la biblia, de la naturaleza y de la ciencia que dice que desde el momento de la concepción se inicia la gestación de un nuevo ser, y en contra del espíritu de la Constitución Nacional que consagra el derecho a la vida.

“Va en contra del concepto democrático de nuestro país, donde la proclama actual es ‘el pueblo manda’, ‘gobierno de todos’. Una ley con la trascendencia que tiene la despenalización del aborto, debió haber ido a intensas consultas en las que se oiga las opiniones de la sociedad en general”, reprochó. Y es que afirmó que el 90 por ciento de la población es religiosa y, por lo tanto, opuesta a esta ley; además, diferentes agrupaciones dirigieron escritos al Congreso del Estado antes de aprobarse, y también las desoyeron.

“Esta ley es innecesaria porque ya existía una permisiva del aborto en caso de violación, malformación o cuando corra peligro la vida de la madre; y porque, si una mujer no desea tener hijos, existen medios anticonceptivos para evitar el embarazo, en vez asesinarlos”, subrayó. Finalmente, llamó a la sociedad, al pueblo evangélico y sus ministros a echar mano de los medios espirituales para enfrentar esta ley que ha rebasado las normas morales, sociales y familiares de nuestra población.

JY