Cultura

Víctor Salas

Alicia: alguna vez, aquí en Mérida, le escuche decir que viviría 200 años. Esta usted cercana a los cien. Pero su declaración, más que un desafío cronológico me pareció la enorme fuerza de su voluntad inquebrantable ante todo, por la defensa de la patria martiana, la grandeza de la cultura latinoamericana, el ballet, el orgullo de que lo nuestro sea reconocido en todos los continentes y por la presencia de la Escuela Cubana de Ballet, en demasiadas partes del mundo, mundo que ha pisado llevando el nombre de Cuba y de la nuestra América toda.

Todavía recuerdo que un 21 de diciembre, aquí en Mérida, en el teatro Daniel Ayala Pérez, después de bailar un ballet sobre la Sinfonía de Gottadchak, te cantamos Las mañanitas y el cumpleaños feliz. Hubo pastel y piñata. Estuvimos orgullosos de tal coincidencia y asombrados de que usted celebrara su cumpleaños en un escenario.

Pero muy admirada Alicia Alonso, debo decirle que no vivirá usted 200 años; igual que Cuba y Fidel, vivirá toda la eternidad, porque el exquisito arte que desarrolló, como poesía en movimiento son símbolo universal para todos los tiempos. El arte coreográfico que desarrolló es un legado ya perteneciente al futuro, entonces, surgen las connotaciones de eternidad para su nombre y legado cultural.

La intelectualidad cubana se ha unido para celebrar su 97 onomástico, como en el cumpleaños anterior lo hicieron Tania Vergara (coreógrafa); Viengsay Valdés, prima ballerina del BNC, y Frank Fernández, compositor, para obsequiarte una espléndida obra musical y coreográfica, convertida en un documental cinematográfico.

En 1982 llegó usted por primera vez a Mérida, en medio de una gran expectación y la necesidad popular de querer conocer su arte. El grand pas de deux del Cisne Blanco y Carmen fueron dos interpretaciones suyas que han quedado como referente para la historia del ballet en Yucatán. Después de ese tiempo su huella ha quedado impresa en los distintos teatros de nuestra ciudad, como son el Peón Contreras, el Daniel Ayala Pérez, el teatro Mérida y la culminación fue cuando ella llegó al atrio de la catedral de San Ildefonso para presentarse ante miles de espectadores que se dieron cita en la Plaza Grande de la capital de Yucatán.

Hoy, diciembre de 2018, desde el periódico POR ESTO!, nuestro colectivo, encabezado por el periodista don Mario Renato Menéndez, le hace llegar nuestros mayores deseos para que la inquebrantable voluntad con que ha guiado todos sus pasos ligados a la Revolución Cubana y al arte cubano del ballet se mantenga viva por muchos años más.