Cultura

Ivi May Dzib

El cuchillo se hunde, nos llenamos de pavor, ante la posibilidad de

que cambien los nombres y empiece una batalla, donde

amaneceres sobre venganza gritarán los hijos y el robo

por todas partes despertará encinos y una gloria venida a menos

nos espantará con sus petardos y la amenaza de que nos irá peor,

entonces convertiremos en balsa todos nuestros sueños y en

un arranque de credibilidad la arrojaremos al mar para que

se hagan cargo de ella todos los monstruos marinos que

imaginamos en nuestra infancia. Con la luz bordando la vela

te preparas con tus mejores ropas, te rasuras la barba y vendes

un poco de seguridad a sabiendas de que muchos la necesitan,

no por nada eres el número de uno cuando se trata de ocultar pecados

y ser parte de la ignominia. Hoy es un día de fiesta, lo hueles

en el televisor, en los anuncios del internet y en todos los

establecimientos que a tu casa te visitan, de pronto quieren

pintarte la noche de luto, hacerte creer que es el principio

de una guerra donde tendrás que formar parte de un bando,

donde tendrás que gritar a los cuatro vientos tu postura con el

temor a estar equivocado.Un día como hoy en el que mueren muchos,

pero solo quieren que estemos atentos a dos, porque un día

como hoy también nacen muchos pero quieren

la atención en uno que es migrante,

entonces pienso para qué tanto daño, para qué tanta fiesta,

para qué tanta expectación si importa más la risa de la niña

y el cobijo de estrellas que desmonta a su paso y aún así

la noche es toda todavía larga y no me importa

qué agenda los tenga cautivados si a mí me tiene de pie el olor de los bullicios.

ivimayd@hotmail.com