Conrado Roche Reyes
La grandiosa película “Apocalypse Now”, de Francis Ford Coppola, es un ícono de los filmes antibélicos filmada sobre el terreno, es un alegato contra la guerra de Vietnam, pero situada en los más álgido de aquel genocidio que ni los mismos gringos querían y en una época que lo esotérico y oculto estaba en su apogeo, las visiones del ácido están presentes en la película que comienza como una más de guerra, pero que Coppola sutilmente, en una escena en que el barco en que van soldados norteamericanos en busca del coronel Kurtz, un desertor que se ha pasado al bando de los campesinos vietnamitas, al pasar debajo de un puente iluminado con fuegos artificiales, nos está introduciendo en un viaje, con música de fondo la pieza “Satisfacción”, de los Rolling Stones, es el momento en que el ácido surte efecto visual y por sobre todo en los diálogos. Veamos algunos de ellos, que Coppola consideró en su época críticos. El desertor Coronel Kurtz (Marlon Brando), que vivía entre vietnamitas guerrilleros dice al Capitán Benjamin Willard (Martin Sheen), su perseguidor, cara a cara en su refugio en medio de la selva. Un escalofriante monólogo al principio:
“Recuerdo cuando estaba en las fuerzas especiales…parece que han pasado mil siglos. Fuimos a un campamento a vacunar niños. Dejamos el campamento después de vacunarlos a todos contra la polio. Un viejo vino corriendo, lloraba sin decir nada. Regresamos al campamento. Ellos habían cortado todos los brazos vacunados. Vimos un montón enorme de bracitos. Y recuerdo yo…yo lloré también como una abuela. Quería arrancarme los dientes, no sé lo que quería hacer. Y me esfuerzo por recordarlo, No quiero olvidarlo nunca. No quiero olvidarlo. Entonces vi tan claro como si me hubieran disparado, disparado con un diamante, con una bala de diamante en la frente, y pensé: Dios mío, eso es pura genialidad ¡es genial!¡Tener voluntad para hacer eso! Perfecto, genuino, completo , cristalino..¡Puro! Y entonces comprendí que ellos eran más fuertes, porque podían soportarlo, no eran monstruos, eran hombres, tropas entrenadas. Esos hombres luchaban con el corazón, que tenían familia, hijos, que estaban llenos de amor, habían tenido la fuerza. El valor para hacer eso. Si contara con diez divisiones de hombres así, nuestros problemas se resolverían en poco tiempo… Se necesitan hombres con principios que al mismo tiempo sean capaces de utilizar sus instintos, sus instintos primarios para matar. Sin sentimientos, sin pasión, sin prejuicios, sin juzgarse a sí mismos. Porque juzgar es lo que nos derrota.
”Debemos matarlos, debemos incinerarlos, cerdo tras cerdo, vaca tras vaca, aldea tras aldea, ejército tras ejército. Y me llaman asesino, ¿cómo hay que llamarlo, cuando los asesinos acusan a los asesinos? Mienten, mienten, mienten, y tenemos que ser misericordiosos con los que mienten. A esos peces gordos los odio, ¡cómo les odio!
”No creo que existan palabras para describir todo lo que significa, a aquellos que no saben qué es el horror. El horror. El horror tiene rostro. Tienes que hacerte amigo del horror. El horror y el temor moral deben de ser amigos, si no lo son se convierten en enemigos terribles, en auténticos enemigos.
”He visto horrores, horrores que usted ha visto. Pero no tiene derecho a llamarme asesino, tiene derecho a matarme. Tiene derecho a hacerlo, pero no tiene ningún derecho a juzgarme.
”¿Ha pensado usted alguna vez en auténticas libertades? ¿Ser libre de la opinión de otros? Incluso de la propia opinión.
”Entrenamos a nuestros jóvenes para disparar sobre la gente, pero sus comandantes no dejan que los muchachos escriban “fuck” en sus aviones…¡porque es una obscenidad!
”He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja. Ese es mi sueño, más bien mi pesadilla, arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar y sobrevivir”
Esto le dice el desertor Coronel Kurtz (Marlon Brando) a su perseguidor en el momento que se enfrenta cara a cara con el Capitán Willard (Martin Sheen).
“Apocalypse Now” es el mejor filme sobre la guerra de Vietnam, uno de los mejores de la historia, porque te lleva más allá de las demás películas sobre este conflicto. Te lleva dentro de la oscuridad del alma. No se trata tanto sobre la guerra, sino sobre cómo revela ésta la verdad de que hubiera sido mucho mejor jamás haberlo descubierto. El horror es un consejero y, a la vez, te despierta la conciencia de la maldad y sinrazón de la guerra.
Francis Ford Coppola dijo de su película: “Esta no es una película sobre la guerra de Vietnam, esto es Vietnam”.