Luis Carlos Coto MederosFrancisco Otero1130Panadero
Hecho a la blanca faena
de amasar y de cocer,
te importa más tu deber
que el pago de la quincena.
Con la máquina que suena
hinchas tu musculatura,
y cuando la noche apura
la esperada vitamina,
una gestación de harina
tiene un parto de blancura.
Una boca sin colmillos
que la cara te ha tostado,
te da su color cuadrado
desde un fondo de ladrillos.
La fiebre de los bombillos
sube la temperatura,
y mientras la masa pura
gana tamaño y color,
tu crecimiento es mayor
con distinta levadura.
Dueño de todo sin dueño
que desvelas tu energía,
cuando duermes por el día
otros compensan tu sueño.
Ayer el amo norteño
–caimán del otro Caimán–
mezcló tu sangre y tu afán
con los grandes amasijos,
y, sin embargo, tus hijos
se levantaban sin pan.
1131Los dos padres
Un padre que tuvo esclavos
buenos, en La Demajagua,
quemó en histórica fragua
cadenas de taparrabos.
El otro quebró los clavos
de la injusticia social,
y en ascenso general
gestado en la Sierra-Madre,
se ha convertido en el padre
de la América Inmortal.
1132Bolívar
Bolívar, vuelve la espuela
sobre el ijar de tu bruto,
contra los que siembran luto
y deshonra en Venezuela.
Suelta las bridas y vuela
atronando la llanada,
rompe a tajos la manada
que preside un viejo lobo,
y repite un Carabobo
en tu tierra esclavizada.
1133Hace 20 años
Frente a la verdad cubana
quedó roto el aguilucho
en el segundo Ayacucho
de la tierra americana.
Cuba, la flor antillana
heroica por cada poro,
tostó su carmín sonoro
en una hornada de brazos
y cerró con tres abrazos
el cofre de su decoro.
1134Amo
A la paloma rabiche
que a los aires picotea,
y al racimo que gotea
sus lágrimas de palmiche.
Al histórico trapiche
que molió caña y hastío,
y a las perlas de rocío
que se miran en las noches
igual que si fueran broches
en la camisa del río.
A la biajaca discreta
del remanso cristalino,
que alisa bucles, de lino
con el peine de su aleta.
A la juvenil horqueta,
columpio de los pichones,
y a las verdes ramazones
de melenas enlunadas,
donde parecen espadas
los pitos de los piñones.
Al grillo de finas ancas,
oloroso a cundeamor
–elástico agrimensor
de praderas y barrancas–.
A las campanillas blancas
que simulan un alero,
y al anciano cocotero
de pencas exuberantes,
que tiene pozos colgantes
para la sed del viajero.
1135Lucía Iñiguez
Su bravura maternal
–asombro en siglos de asombros–
sigue poniendo en los hombros
insignias de general.
De su frente original
surgió Calixto García,
¡qué siembra la de Lucía
frente a la noche española,
que hoy da frutos en Angola,
Nicaragua y Etiopia!
1136Pedro Figueredo, Perucho
Con piel de verso en la piel,
“sin patria, pero sin amo”,
el coraje de Bayamo
era combustión en él.
Y cuando Carlos Manuel
rompió látigo y grillete,
cambió ciudad y bufete,
pluma, descanso y hogar,
por la silla de montar
y las cargas al machete.