Fernando Muñoz Castillo 1
Como siempre, el fin de año trae consigo: depresión, tristeza, melancolía y azotes con látigo de verga de toro que es el preferido de los sádicos para premiar a los masoquistas.
La gente corre, vuela y se acelera, como cantaban los Timbiriches, por algo que supuestamente son las fiestas de Noche Buena y Navidad: los regalos, las viandas, y todo lo que se cree “necesario” para sonreír y ser feliz.
En la Ciudad de México del siglo XIX, entre los platillos que se anunciaban para las cenas de Navidad se encontraban los pambazos, como algo delicioso y muy mexicano, así también se cocinaban lentejas y se les ponía piña.
Hoy, las lentejas se cocinan para comerse el día primero del año, como una manera para que el dinero no falte en los siguientes 364 días.
Sería interesante saber cuáles eran los menús de las cenas en Yucatán y sobre todo, cuáles platillos eran indispensables en las mesas de nuestros ancestros.
Esta es una historia no contada ni por “chefs”, ni por cronistas que todo lo saben.
Habría que revisar periódicos y revistas del XIX, porque las abuelas que todo lo sabían ya murieron hace varias décadas.
Claro no faltará alguien que presuma saber de estos menús de cenas navideñas, diciendo: hacían pavo indio. ¿?
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Los camioneros de la ciudad ya agarraron la moda de cobrar 8 pesos, a lo chino, si se quiere decir de alguna “manera”, pues nunca tienen el “vuelto” de 50 centavos que hay que dar a los usuarios.
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La Ciudad de Mérida comienza a recibir a los turistas que llegan por el año nuevo, lástima que las galerías de Sedeculta se encuentren cerradas del 23 al 25 de diciembre y del 30 de diciembre al 1 de enero.
No entiendo por qué se habla de turismo cultural, cuando lo artístico se hace a un lado, en este caso las artes visuales, y sería una oportunidad para que el viajero que llega conozca a nuestros artistas locales.
Modas del siglo XXI de los gestores culturales.
¿Un gestor cultural es el que hace gestos?
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Todo está caro, carísimo, así que muchas personas previsoras comienzan a realizar serias reformas en sus gastos cotidianos, para enfrentar el 2020, que se presagia peor que aquellos años del sexenio del presidente Miguel de la Madrid.
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Si lo pensamos bien, tal vez, en el siglo XIX se cenaba panuchos, salbutes y empanadas, tal vez codzitos y brazo de chaya, relleno negro. Podría ser, al menos es un primer acercamiento a la verdad.
¿Quién dijo yo?