Cultura

El amor

Ivi May Dzib

No sabe si es ese latido incesante del corazón o ese nerviosismo a flor de piel que le deja seca la garganta a lo que le debería de llamar amor, lo que sí sabe es que el amor no está a la vuelta de la esquina y si nadie de su familia lo logró, ella está a punto de ser la coyuntura de la cripta familiar, gozará a duras penas de las bonanzas y del paraíso que le dijeron estaba perdido. Todas las mujeres de su familia fueron unas dejadas, pero a ella nadie la abandonará, porque si de algo está segura es que tiene todo lo necesario para que los hombres se vuelvan locos por ella, para que quien decida estar a su lado no se arrepienta ni la deje botada como lo hicieron con sus primas. Ha adquirido la experiencia necesaria para que ningún hombre necesite a otra después de haber probado sus labios, lleva practicando los besos con los niños más pequeños porque sabe que no exigirán nada más, aunque a su edad ese empieza ya a ser un juego peligroso, porque los niños, parece, ya no se les controla con nada.

Es una pena que no haya dominado todas las artes femeninas que hoy en día se necesitan para poder ser la imagen de la felicidad, la ambición, el deseo y la bonanza, porque esos son los atributos que se relacionan con el amor. Han de saber que creció en un pueblo donde no se hace nada más que trabajar, donde las horas muertas se utilizan para acumular puntos que puedes canjear con entretenimiento delante del televisor, donde descartas todo lo que tienes sin poder sacarle algún provecho, o transformarlo en placer propio, hay que hacer a un lado todo lo que pueda parecer amor, porque el amor es un estorbo y quien lo pretende casi siempre termina ahogado o con un cuchillo clavado en los pulmones, porque no hay que olvidar que el amor mata, que el amor hiere, que el amor pesa, que el amor escuece, que el amor pincha, que el amor estruenda, que el amor hiede, en fin, piense en todos los adjetivos que se le ocurran en esa misma línea y relaciónelos con el amor.

Es la última de una estirpe de mujeres que tuvieron entre sus brazos cuerpos atléticos o mentes atormentadas de tanta pasión; es la última que puede ser capaz de transformar los besos en algo más que monedas de cambio, porque lo que le importa es algo más que el cuerpo, le importa eso que en algún momento llamaron alma, esa posibilidad de regresar a los tiempos en los que se intentó que dos personas pudieran compartirse sin lastimarse, sin lamentarse, sin dolerse. Pero tiene el antecedente de que en su familia todas han fracasado, ella no sabe por qué pero tenía ganas de intentarlo, aun sabiendo que la mirarían con odio o lástima, a estas alturas ¿Quién pierde así su tiempo? Porque exhibirse en estos momentos de tal manera como si el tiempo te sobrara es algo imperdonable, porque aquí el tiempo no te puede sobrar y si te sobra no lo debes emplear en nada relacionado al ocio, aquí nadie busca un “placer” compartido, sino el suyo propio, a quien se le sorprenda en el intento de ser tierno o empático con el otro le ocurren cosas malas.

Pero hoy se levantó con la disposición para amar, cree que lo mejor es dar inicio con una suave mirada, intentando descifrar lo que hay más allá de la piel, entonces lo mira, con esa mirada nueva y siente que le devuelven el cumplido, porque la mirada de él la siente en todo el cuerpo y le hierve la sangre, no sabe si es ese latido incesante del corazón o ese nerviosismo a flor de piel que le deja seca la garganta a lo que le debería de llamar amor, no lo sabe y posiblemente no lo sabrá, ya que el cuchillo que él trae en las manos hará que su estirpe se extinga para siempre, y sin haber amado.

ivimayd@hotmail.com