Cultura

Un recorrido por la capital de Cuba en su quingentésimo

La Habana 500

Por Enriquito Núñez

Especial para POR ESTO!

La Habana está de fiesta. Este año 2019, más exactamente el 16 de noviembre, la capital de todos los cubanos celebrará el quinientos aniversario de haberse establecido definitivamente en el lugar desde donde la ciudad se ha hecho internacionalmente célebre, convirtiéndose en destino de millones de viajeros de todo el mundo, quienes vienen curiosos a conocer su historia y tradiciones, sus innegables valores arquitectónicos y patrimoniales, en un afán por acercarse a su gente y las costumbres de esta urbe cargada de leyendas e innumerables atractivos.

La primera fundación de La Habana había ocurrido originalmente en 1515 en la costa sur, en el territorio de una aldea de indios siboneyes al oeste de la desembocadura del antiguo río Onicaginal, donde había pernoctado Cristóbal Colón en su segundo viaje a la isla, el día 5 de julio de 1494, durante su bojeo a la isla, en un lugar actualmente conocido como Surgidero de Batabanó. Habaguanex era el nombre del cacique siboney de la zona. En dicho lugar, al que los indios llamaban Habana, cenagoso, inhóspito y plagado de mosquitos, fue el que uno de los lugartenientes de Diego Velásquez, de nombre Pánfilo de Narváez, escogió para fundar la villa de San Cristóbal de La Habana. La séptima villa fundada por los españoles en Cuba, consagrada a San Cristóbal, el patrón católico de los viajeros y navegantes, y más aún: por ser el mismo nombre del descubridor de Cuba. Desde ese asentamiento, ya convertido en villa, zarpó Hernán Cortés a la conquista de México, así como otras expediciones a Santo Domingo, Puerto Rico, Jamaica, Yucatán y Veracruz.

En aquel tiempo era un pequeño asentamiento formado por pobres chozas hechas con tablas de palma y techos de guano. Estas rústicas construcciones albergaban la iglesia, el cabildo y a los pobladores. En el lugar se aprovisionaban las naves que partían desde la costa sur para la conquista y colonización de otros territorios. A pesar de contar con tierras fértiles y abundante agua dulce y suficiente fuerza de trabajo indígena, el lugar fue considerado insalubre para sus pobladores.

La única ventaja de la villa originaria era precisamente su posición en la costa sur, en la ruta de los barcos que iban y venía de los otros territorios conquistados en el continente. Pero debido a la poca profundidad de la costa, los frecuentes ciclones y huracanes tropicales, crecidas de los ríos y al ambiente insano de la ciénaga cercana donde abundaban los mosquitos, se decidió cambiar su ubicación. Considerando su insalubridad y las epidemias que diezmaban a sus pobladores, especialmente a los recién nacidos, muy pronto se decidió la primera mudanza para la costa norte, a un lugar sobre la desembocadura del río Casaguas (hoy Chorrera o Almendares) Allí tuvo su asentamiento por cuatro años la Villa de San Cristóbal, hasta que en 1519 se produjo la segunda y definitiva reubicación de la llamada séptima villa.

Efectivamente, unas tres millas al este de La Chorrera, sobre una espléndida y profunda bahía de bolsa, muy conveniente como abrigo para las flotas y para el comercio, encontró su definitiva ubicación la que más tarde se convertiría en ciudad y capital de la isla de Cuba. El 16 de noviembre de 1519, a la sombra de una frondosa ceiba, y en presencia de las autoridades militares y religiosas, se celebró la primera misa y el primer cabildo en el cual se declaró fundada la villa, que recibió el nombre de San Cristóbal de La Habana.

La Habana, la joya de la corona española durante la época colonial, la moderna y deslumbrante ciudad republicana que enamoró a Ernest Hemingway y a Federico García Lorca, entre tantas celebridades, el bastión revolucionario que no tembló ante la amenaza de un ataque nuclear yanqui en octubre de 1962, el refugio internacionalista de cientos de combatientes del mundo entero durante estos últimos sesenta años, se engalana en estos días para celebrar sus quinientos años.

Cinco siglos de historia que no se pueden resumir en una serie de artículos de prensa. Tampoco es nuestra intención. Queremos, eso sí, que nos acompañen a partir de hoy en un recorrido por esta mágica ciudad, que ha sido cuna de cientos, miles de ilustres cubanos, desde José Martí hasta Eusebio Leal. Poco a poco los iremos mencionando, no a todos, porque es tarea imposible, pero el eco de sus vidas irá surgiendo aquí y allá en lo que vamos desandando esta ciudad y sus lugares más emblemáticos.

Invitamos a los lectores de POR ESTO! a acompañarnos en estos paseos por la capital de Cuba en el año de su 500 aniversario. San Cristóbal de La Habana, la última de las siete villas fundadas por los españoles en Cuba, una de las siete Ciudad Maravilla, y cuyo Centro Histórico fuera declarado asimismo Patrimonio de La Humanidad en los años ochenta, acogedora y misteriosa; musical y rebelde; asediada y abierta; cosmopolita y tradicional a la vez. Un recorrido por La Habana con nuestros amigos yucatecos y mexicanos en general, que siempre han sentido la capital de Cuba como su propia casa.