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20 de May de 2019
2 min
Escrito por Redacción Por Esto!
Luis Carlos Coto Mederos
428
Cuando el hombre llega a los sesenta
Desde que el hombre rebasa
los sesenta años de edad,
es una dificultad:
todo lo malo le pasa.
Desde que llega a la casa
le dicen que es un peleón,
que ya está refunfuñón,
que se tiró al abandono
y es un verdadero mono
en un circo de función.
Y cuando está jubilado
lo ponen de mandadero
y se pasa el día entero
con la jaba en un costado.
Le dicen: Vino el pescado,
vino vianda a la placita,
y si el café llegó ahorita
la cola debes marcar…
Y a la hora de almorzar
hasta el hambre se le quita.
Si matan una gallina
porque llega una visita,
la vieja coge y lo invita
a comer en la cocina.
Le da cualquier golosina,
allí en un rincón lo deja,
y como la pobre vieja
ya no le tiene cariño,
le da la pechuga al niño
y a él le sirve la molleja.
Y cuando se va a acostar
ya la vieja está forrada
con dos colchas, bien tapada,
que no se oye respirar.
Y si la intenta tocar,
le dispara la perreta
y como el viejo está a dieta
con el alma destrozada,
se mete la madrugada
mordiendo la colchoneta.
Agustín Alvarez Santos
429
La crítica
El mono expresó: Señores,
aprovecho la ocasión,
para exponerle al león
sus deficiencias y errores.
Me incluyo en sus detractores
y le digo frente a él:
Eres hipócrita, cruel,
altanero y engreído…
(Aclaro que el ofendido
era un león de papel).
José Antonio. Fulgueiras
430
Mal de ojos
Mi mama no hizo ni hache,
porque cuando yo nací
por lo menos para mí
no hacía falta azabache.
Conmigo sí no hubo escache
ni mal de ojos que pegara,
porque contra aquella rara
creencia de años atrás,
no había resguardo más
efectivo que mi cara.
Clemente Cruz
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