Cultura

El amargo final

Ivi May Dzib

El día de ayer se transmitió por HBO el final de la serie Juego de Tronos, la cual está basada en la saga Canción de hielo y fuego, del escritor George R.R. Martin. Esta serie terminó siendo una de las más aclamadas de la historia de la televisión, sobre todo porque Martin nos envolvió en una épica de fantasía y aventuras donde estaba en pleito el trono de hierro y, por ende, quién sería el soberano de los siete reinos. Narrado con un estilo atractivo donde las batallas con ecos medievales estaban al orden del día, además de muchas escenas de sexo y personajes que no escatimaban en romper con los modelos sociales establecidos y las narrativas convencionales, desde la muerte de los personajes más queridos por la audiencia hasta las relaciones incestuosas. Juego de tronos se convirtió en una de las series predilectas del público, al menos hasta hace una semanas, ya que esta temporada final fue decepcionante para las teleaudiencias.

Hay que señalar que hubo un momento en el que la serie de televisión tuvo que dejar de basarse en los libros de George R.R. Martin, ya que la saga del autor se encuentra incompleta. Canción de hielo y fuego consta hasta el momento de cinco tomos que son “Juego de tronos”, “Choque de reyes”, “Tormenta de espadas”, “Festín de cuervos” y “Danza de dragones”, las cuales se empezaron a publicar en 1996 y falta que el autor termine de escribir los últimos dos tomos. La saga se adaptó para la televisión y comenzó a transmitirse en el año 2010; debido a su éxito, la adaptación televisiva tomó un rumbo diferente al de los libros, fue ahí cuando todo empezó

a derrumbarse, ya que se abrieron diferentes líneas argumentales que no se supieron resolver, fueron los creadores de la serie David Benioff y D. B. Weiss los que se encargaron de terminar de imaginar y darle final al mundo creado por Martin, lo que a la larga terminó siendo contraproducente.

Esta temporada resultó ser tan mala para los telespectadores que se empezaron a recaudar firmas a través de una plataforma digital para exigir a la cadena HBO que la serie se grabara de nuevo, se habrían reunido más de 900,000 firmas en menos de una semana, lo que nos habla del nivel de éxito de la serie, hay quien señala “...que haya miles de personas movilizándose para cambiar la ficción en vez de la realidad es como una maravillosa descripción del siglo XXI”. Lo decepcionante es que hubo personas que contaron los días y las horas para poder ver esta entrega final y ya para el capítulo cuatro se encontraron con que la serie era blanco de ataques e intentaban justificar la lógica interna que los guionistas habían construido, no fue sino hasta el capítulo final que hasta el más acérrimo defensor de la serie televisiva terminó por derrumbarse.

Lo molesto del asunto es que si antes se podía ver escrito en diferentes medios, incluidas las redes sociales, una defensa a ultranza de lo que estaban haciendo los realizadores, ahora con este último capítulo podemos leer una serie de críticas en las que se expresa cómo debió de escribirse toda la última temporada y en la que se critica cada una de las decisiones que los guionistas tomaron. Podemos ver aquí cómo los espectadores la hacen de guionistas y realizan una crítica bastante primaria de la serie.

Los errores de la serie son obvios, pero la lectura de muchas personas hacia esos errores y las “soluciones” que ofrecen se tornan peor. Lo que sí es cierto es que fue un amargo final para una serie que enloqueció a muchos y marcó época en la historia de la televisión.

ivimayd@hotmail.com