Cultura

Cuando la historia coincide: en Cuba, Maceo y Che

Queridos lectores: la Historia en ocasiones plantea unos hilos conductores que hay que saber interpretarlos y darle seguimiento, porque muchas veces comportan anticipaciones e ideas básicas que enriquecen la identidad y los conceptos esenciales que dan vida y razón de ser a las naciones y a los países del mundo. Hay momentos en que las coincidencias históricas en el tiempo adquieren una vigencia muy especial y un papel movilizador del fervor patriótico que coadyuva a la defensa de la soberanía y la independencia de cada nación y país.

Este es el caso que no quiero pasar por alto en este 2019, porque el 14 de junio como cada año conmemoramos la coincidencia histórica en el día del natalicio de Antonio Maceo y Ernesto Che Guevara. En años distantes uno de otro. Maceo (1845-1896) y Che (1928-1967). En ejercicio de una determinada hermenéutica histórica puedo decir que ambos son anticipadores y promisorios de lo que a Cuba le conviene y/o necesita en el tiempo. La Revolución radical sin concesiones onerosas, de las cuales Che y Maceo son paradigmas ejemplarizantes.

En este orden de pensamiento, creo que es significativo comparar dos expresiones importantes de ambos en su tiempo, que en estos momentos que estamos viviendo adquieren un carácter profético fundamental de lo que debe ser una actitud y una acción patriótica necesaria en mi criterio, conforme a las circunstancias y las exigencias del momento histórico que estamos viviendo en este 2019:

De Antonio Maceo lo que expresó en carta que dirigió al coronel Federico Pérez Carbó, del 14 de julio de 1896, en la que plantea textualmente que:

“…De España jamás esperé nada, siempre nos ha despreciado y sería indigno que se pensase otra cosa. La libertad se conquista con el filo del machete, no se pide, mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos. Tampoco espero nada de los americanos, todo debemos fiarlo a nuestros esfuerzos, mejor es subir o caer sin ayuda que contraer deudas de gratitud con un vecino tan poderoso…”

De Ernesto Che Guevara un discurso ante el pueblo de Cuba en el año de 1961, recordando la intervención belga en el Congo y el asesinato de Patricio Lubumba:

“Porque es la naturaleza del imperialismo la que bestializa a los hombres, la que la convierte en fiera sedienta de sangre, que están dispuestas a degollar, asesinar; a destruir hasta la última imagen de un revolucionario, de un partidario de un régimen que haya caído bajo su bota o que luche por su libertad.

“La estatua que recuerda a Lubumba, hoy destruida pero mañana reconstruida, nos recuerda también la historia trágica de ese mártir de la revolución del mundo: ‘Que no se puede confiar en el imperialismo, pero ni tantito así, nada…’”

Por otra parte, quiero recordar que Fidel en su discurso del 10 de octubre de 1968 en el Centenario del inicio de la guerra de los 10 años en 1868, expresó al respecto de Antonio Maceo textualmente que: “… en el momento en que aquella lucha de diez años iba a terminar, surge aquella figura, surge el espíritu y la conciencia revolucionaria radicalizada, simbolizada en ese instante en la persona de Antonio Maceo…”.

Del Che Fidel habló muchas veces y recuerdo muy especialmente lo que expresó en su discurso en la velada solemne en su memoria en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967. Cito textual un párrafo que considero esencial: Che reunía, en su extraordinaria personalidad, virtudes que rara vez aparecen juntas. El descolló como hombre de acción insuperable, pero Che no sólo era un hombre de acción insuperable: Che era un hombre de pensamiento profundo, de inteligencia visionaria, un hombre de profunda cultura. Es decir, que reunía en su persona al hombre de ideas y al hombre de acción.

Pero no es que reuniera esa doble característica de ser hombre de ideas, y de ideas profundas, la de ser hombre de acción, sino que Che reunía como revolucionario las virtudes que pueden definirse como la más cabal expresión de las virtudes de un revolucionario: hombre íntegro a carta cabal, hombre de honradez suprema, de sinceridad absoluta, hombre de vida estoica y espartana, hombre a quien prácticamente en su conducta no se le puede encontrar una sola mancha. Constituyó por sus virtudes lo que puede llamarse un verdadero modelo de revolucionario…”

Son pues Maceo y Che dos figuras esenciales para la independencia y la soberanía de Cuba, unidas en el tiempo por la historia, el pensamiento y la acción que en los actuales momentos de agresiones y amenazas del Norte Revuelto y Brutal que nos desprecia. En consecuencia, constituyen ejemplos a seguir en la preservación y la defensa de nuestra soberanía, nuestra identidad, nuestra cultura y nuestra historia.

Así lo pienso y así lo expreso en mi derecho a opinar con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.