Las hileras de hormigas con sus bultitos blancos en la cabeza, que cambian de lugar su hogar, significa que va a llover muy fuerte, sinónimo de lluvias.
Así don Maximito no tenía necesidad de su tortuga o de las cabañuelas, sino de los símbolos que formaban las hormigas en las paredes y salía a decirles a los que esperaban su pronóstico:
–Va a llover a cántaros y se puede inundar la comarca, hasta las hormigas huyen para no perecer ahogadas.
Don Maximito encontró el hormiguero formado entre dos palos de atrás de la puerta. Si siembran ahora van a tener pingües cosechas.
–Pónganse a trabajar y preparen el terreno, habrá mucha verdura en el mercado, chatos.
Los llamó chatos, porque de alguna forma que no les ofendiera tanto tenía que decirles.