Cultura

Ecos de mi tierra

Luis Carlos Coto Mederos

Patricio Lastra

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El pitirre y la abeja

Una tarde en bello prado

a descansar me senté

y a mi lado contemplé

un drama que era ignorado.

Un ambiente perfumado

hizo mi estancia dichosa

y en una visión hermosa

contemplé cómo libaba

una abeja que se hallaba

en el cáliz de una rosa.

De repente, no me explico

cómo un pitirre imprudente

se tira rápidamente

y se la lleva en el pico.

Parte del tiempo dedico

en escuchar una queja

que el animalito deja

y así contemplo al momento

el epílogo sangriento

del pitirre y de la abeja.

De pronto se apareció

un gavilán que furioso

al pitirre caprichoso

en las garras se llevó.

Y todo me pareció

una escena dolorosa

al ver la muerte horrorosa

de aquel pitirre que andaba

con la abeja que libaba

en el cáliz de una rosa.

Me convertí en cazador,

una escopeta busqué

y en el acto desplomé

aquel animal traidor.

Esta ha sido la labor

de aquella tarde preciosa,

quedan así, en una fosa,

gavilán, pitirre, abeja,

y esta décima se deja

en el cáliz de una rosa.

II

629

Un suspiro

Un suspiro es la expresión,

según cada cual lo estime,

del sufrimiento que oprime

al más noble corazón.

Anuncio de una ilusión

que en el interior está,

palabra que sólo va

a esconderse a flor de labio.

Un suspiro es, dijo un sabio,

un beso que no se da.

Un suspiro es la alegría

que se presenta y se oculta,

templo donde se sepulta

la más intensa agonía.

Señal de una fantasía,

anuncio de un sufrimiento,

sencillo desprendimiento,

ambición de un imposible,

declaración invisible

de todo padecimiento.

Un suspiro es la expresión

que en el alma enamorada

no puede con la mirada

hacer su declaración.

Principio de estimación,

anuncio de un porvenir,

demostración de sufrir,

esperanza que se anuncia

y algo que no se pronuncia

por no poderse decir.

En fin, los suspiros son

a mi manera de ver

palabras que a mi entender

manifiestan su intención.

Hágase la apreciación

que halle cada cual mejor,

suspiro es pena, dolor,

dicha que se haya sentido:

los suspiros siempre han sido

mensajeros del amor.

630

Consejos a un enamorado

Permíteme aconsejarte,

ya que engañado te creo

dándole rienda a un deseo

que puede perjudicarte.

¿Tú crees que puede amarte

quien se entregue a ti enseguida,

con ilusión desmedida

sin saber lo que aparenta,

como ave que se presenta

en los cruces de la vida?

Quizás, loco de pasión,

confiesas que no podrás

olvidar a quien no estás

amando de corazón.

Alentando una ilusión

que queda desvanecida

en quien al irse te olvida

por ser paloma de amores

que encuentran los cazadores

en los cruces de la vida.

Yo amé, pero supe amar

y fui como el cazador

que estima a veces mejor

dejar un ave pasar,

porque no quiere dejar

una munición perdida,

ni dejar que siga herida

siendo paloma de amores

que encuentran los cazadores

en los cruces de la vida.

Déjala seguir su vuelo,

quizás en otra región

llegues a ver su ilusión

arrastrarse por el suelo.

Que remontándose al cielo

podrás decir en su huida:

busca una nueva guarida

que yo sigo contemplando

las aves que van pasando

por los cruces de la vida.

No interrumpas su camino,

déjala seguir triunfante,

que tiene toda ave errante

esperanzas del destino.

Y si por desgracia vino

a vivir enternecida

creyendo tener cabida,

hazle saber su fracaso

que esas son aves de paso

en los cruces de la vida.