Cultura

Sobre el Universo de la Guerra de las Galaxias

Ivi May DzibApuntes de un escribidor

II

Después del éxito del episodio IV se hicieron dos secuelas, El episodio V: El imperio contraataca (1980) y el episodio VI: El regreso del Jedi (1983), lo que terminó de catapultar a la franquicia como una de las más exitosas del cine comercial. A pesar de que las dos últimas películas de esta primera saga no las dirigió Lucas, había creado ya una firma muy particular que le pertenecía y que fue cobrando popularidad a través de los años, en la televisión la película seguía siendo un éxito y se comercializaban juguetes, películas y series que si bien no tenían como eje la trama de la saga, sí retomaban a personajes como los Ewoks, esos seres que enamoraron a la audiencia y que vivían en la luna boscosa de Endor.

La Guerra de las Galaxias era ya una saga de culto dentro del género de la fantasía de aventuras, de ahí que en 1997 a la saga original se le hayan adherido efectos especiales generados por computadora, esta remasterización fue coordinada por el propio George Lucas y fue entonces cuando se confirmó el próximo estreno de una nueva saga, la cual nos mostraría los orígenes de Darth Vader, quien primero fue el tierno niño llamado Anakin Skywalker, destinado a ser el jedi quien le daría equilibrio a la fuerza, y terminó seducido por el lado oscuro convirtiéndose en el Sith que aparentemente había terminado con los jedi. La expectativa era alta, todos estaban emocionados, ya que después de 16 años, Lucas volvería a tomar el mando para dar vida nuevamente a la saga. Fue así que en 1999 se estrenó el Episodio I: La amenaza fantasma, la cual tenía como protagonistas a Liam Nesson como el maestro Jedi Qui-Gon-Jinn y a Ewan McGregor interpretando al joven aprendiz Obi-Wan Kenobi, ambos actores eran ya reconocidos dentro de Hollywood, por lo que su participación fue un plus para los fans que estaban ansiosos de ver en la pantalla los orígenes de los personajes que tanto emulaban. Para el papel del pequeño Anakin, se llamó a un actor desconocido cuya carrera inició y terminó con esta película. Natalie Portman fue el personaje femenino que dio vida a la reina Amidala, quien al final de la saga sería la madre de Leia y Luke, producto de su matrimonio secreto con el joven Anakin Skywalker.

La película fue un éxito en taquilla, a pesar de que se avecinaron muchas críticas porque consideraron la trama débil y la manera en la que muere el poderoso Sith, llamado Darth Maul, como bastante simple y sacada de la manga. Fue tanta la espera que el éxitoso filme recaudó por el mundo 924’317,558 dólares, casi un millardo de dólares en taquilla.

Después de esto llegó El episodio II: El ataque de los clones y el Episodio III: La venganza de los Sith, donde se explican los acontecimientos previos a la saga original. Hay que decir que cuando uno ve las tres películas hay muchas dudas respecto al mundo que crea George Lucas, porque parecería que todo acontece tan rápido que muchas veces uno termina por cuestionar la lógica interna de lo que se está viendo. Había tantos vacíos en la mitología que quería construir George Lucas, que dio a pie a que miles de fans arrasaran los foros de Internet para aportar teorías que explicaran los vacíos que había dejado George Lucas, eran fans confiados en que la construcción de Lucas tenía un sentido más profundo que lo visto en la pantalla. Fue entonces cuando en el año 2008, se empezó a transmitir la serie televisiva Star Wars: La guerra de los clones, el cual era un spin-off en el que se narran los hechos que sucedieron entre el episodio II y el III, y al ver esta serie animada, se empieza a entender muchas cosas que a nadie le quedaba claro. Y aún así, nos quedan debiendo mucho, de ahí que también se diera un complemento con una serie de comics. Lo cierto es que el universo Star Wars se estaba expandiendo pero la complejidad de la mitología la estaban poniendo los propios fans que se habían cautivado con la exposición del mundo planteado en las tres primeras películas y, básicamente, estaban complejizando una mitología que desde sus orígenes era bastante simplista.

Continuará.