En entrevista para el periódico POR ESTO!, la titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes, Erica Millet Corona, asegura que la Orquesta Sinfónica de Yucatán, el Museo de Arte Popular de Yucatán, el Museo de la Canción Yucateca y el Museo Fernando García Ponce-Macay, podrán seguir operando durante los próximos doce meses, con un presupuesto que asegure la funcionalidad de cada uno.
Tras la presentación de la propuesta de egresos e ingresos para 2021, por parte del Poder Ejecutivo al Congreso del Estado en días pasados, se dejó ver lo que desde semanas atrás se sabía, el próximo año será uno de los más complejos para el sector artístico y cultural de Yucatán.
Con una disminución del 20 por ciento en comparación con el ejercicio 2020, la Sedeculta y las iniciativas que dependen de las aportaciones estatales, estuvieron en los reflectores del gremio local a través de desplegados e iniciativas de recolección de firmas en la plataforma change.org, al visualizarse un posible cierre de recintos o cese de actividades.
La funcionaria estatal explica que, comprendiendo que la disminución no parece mucha “en el papel”, la realidad es que, si se comparan las cantidades con el año anterior, es notoria la gravedad.
Para el ejercicio 2020, la dependencia recibió 407 millones 354 mil pesos; para 2021 con el 20 por ciento menos, los próximos doce meses se dispondrán de 389 millones 410 mil pesos.
Millet Corona explica que, de esa cantidad hay que descontar el monto del pago de la deuda anual por el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, la cual para 2021 asciende a 191 millones 300 mil pesos. Aquí se percibe una disminución si se compara con lo abonado en 2020: 241 millones 300 mil pesos. Sin embargo, esto no pudo amortiguar el impacto.
Al ser cuestionada sobre la petición de cierto sector social, en la que exigen que de una u otra forma, el recinto pase a manos del Gobierno Federal, la funcionaria explica que “todos sabemos que, al faltar a un compromiso crediticio, acarrea otro tipo de consecuencias”. Agrega que esta, no sería una decisión que a ella le corresponde tomar, sino que escala a otros niveles.
Continúa detallando que otras de las erogaciones que restan recursos son, los servicios de administración de la Sedeculta, que oscilan en los 21 millones de pesos, y la nómina de los trabajadores, integrada por 136 millones de pesos.
Como cantidad final, la dependencia sólo dispone de 41 millones 110 mil pesos para el resto de las actividades y programas.
Adelanta que oficialmente, 647 mil pesos están más que seguros para darle continuidad al programa de Iniciación Musical del Centro Musical Jacinto Cuevas.
“Lo vamos a mantener, pues como se ve la participación anual no es mucha, es un programa emblemático e importante que funciona en modo de subsidio, porque los padres de familia aportan la otra parte a través de una cuota y se cuenta con un convenio con la Escuela Superior de Artes de Yucatán”. Agrega que la posibilidad de ver emerger figuras como Cecilio Pereira y otros exponentes, es lo que determinó esta decisión.
Partiendo de los datos arrojados por el Consejo Internacional de Museos (ICOM), en donde aseguran que una tercera parte de los recintos en el mundo despedirán a gran parte de su personal, debido a la crisis económica generada por la pandemia, Erica Millet considera que es importante poner esto en perspectiva, pues “muchas veces se piensa que somos los únicos que estamos padeciendo las consecuencias de esta desafortunada época que nos ha tocado vivir como humanidad. Pero es importante tener las referencias internacionales que nos indican que es una crisis global y que, como gobierno, estamos haciendo el esfuerzo más grande para garantizar la vida cultural del estado”.
Revela que tenían fuertemente contemplado cerrar el Museo de Arte Popular y redirigir los recursos, sin embargo, a través de alianzas consiguieron preservarlo.
En el caso del Macay, comenta que hasta la semana pasada no tenían la certeza de una participación, pero “el Gobernador está haciendo un esfuerzo muy importante para poder garantizar recursos. No serán los que pudimos apoyar el año pasado, pero serán una diferencia para esta institución independiente”.
Sobre la Orquesta Sinfónica de Yucatán, afirma que se cuenta ya con 5 millones de pesos, “Lo que nosotros como Secretaría estamos garantizando al Fideicomiso de la OSY es una gestión a través de vinculación con instituciones internacionales e iniciativa privada para lograr generar recursos de otra índole”, expresó.
Al referirse sobre el Museo de la Canción Yucateca, comparte que el Ejecutivo Estatal a través de una ampliación presupuestal de 600 mil pesos anuales para la Sedeculta, se garantiza la participación de la institución para el 2021.
Ya con este panorama, Millet Corona afirma que desde la dependencia que encabeza, se ha esforzado “por replantearse alternativas antes los nuevos escenarios”, pues es una prioridad para ellos.
Adelanta que, a pesar de estos esfuerzos, habrá programas que tendrán que cerrar o redirigir, como Ko’one’ex Paax, núcleos de iniciación musical en los municipios y Cultura para todos, respectivamente.
Sobre el malestar que esto puede generar en diversos sectores del gremio artístico y cultural, explica que la “prioridad número uno es garantizar la salud de todos los yucatecos, independientemente del sector en el que se desarrollen, vivan y se desenvuelvan”.
Prosigue explicando que, en este momento “las necesidades más básicas de los yucatecos están cubiertas: salud, alimentación, recuperación de la pandemia y estragos meteorológicos que afectaron en los últimos meses. Pero también la cultura es parte de uno de estos derechos fundamentales que nutre a las personas de una manera diferente y que da herramientas para el desarrollo social”.
A su parecer, la comunidad artística y cultural local, es una prioridad y será vital para que paulatinamente, se retorne a una situación lo suficientemente sólida para continuar el plan trazado de forma original.
Finalmente, y poniendo como respaldo las cifras y declaraciones vertidas en esta entrevista, desmiente el rumor en el que se proyectaba una posible fusión con la Secretaría de Fomento Turístico.
Por Gibrán Román Canto