Cultura

Artesana se roba la atención de las personas con sus 'mini salas' en la Plaza Grande de Mérida

La artesana, Ericka Mazcorro, se dedica a la elaboración de 'mini salas', lo que llama la atención de las personas por su tamaño en la Plaza Grande de Mérida
Cada domingo por la mañana coloca sus salas miniatura en la banqueta de una de las entradas de la Plaza Grande / Nery Morales

Con el conocimiento de generaciones anteriores, la artesana Ericka Mazcorro elabora mini salas con técnicas de tejido y macramé, las cuales también implementa en bolsos que vende en la Plaza Grande cada domingo.

Mazcorro es originaria de la Ciudad de México y decidió viajar a la capital yucateca en busca de nuevas oportunidades junto con su hijo. Tras llegar, Mérida se convirtió en su hogar y comenzó a vender sus creaciones. Los meridianos se volvieron “sus clientes más amables”.

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“Mi tía, que por muchos años hizo estas piezas, me enseñó y tomé esto como una oportunidad para obtener ingresos, pero primero fue mi preparación”, comentó.

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Añadió que después de decidir mudarse a Mérida, estaba segura de que tendría una vida más tranquila y que su hijo también.

“Durante varios meses estuve practicando y preparando mis piezas, hasta que tenía listas las primeras mini salas de distintos colores. Empecé en los tianguis hasta que me animé a venir a la Plaza Grande”, contó.

Compartió que a su llegada se percató de las distintas artesanías que llegan los domingos a la plaza y quedó maravillada. Poco a poco empezó a relacionarse con los demás artesanos que tienen un espacio en Mérida en Domingo.

“Uno de los compañeros me dijo dónde acudir para pedir un espacio, pues eso me haría muy bien, aunque donde estoy no molesto a nadie”, expresó.

Cada domingo por la mañana coloca sus salas miniatura en la banqueta de una de las entradas de la Plaza Grande, junto a los puestos de antojitos y comida.

“Mis piezas son bien aceptadas, incluso me hacen encargos de diferentes diseños o tamaños, pues por ser miniaturas llaman la atención. También estoy añadiendo los bolsos tejidos que igual son obras hechas a mano y también han tenido un buen movimiento”, indicó.

De acuerdo con la capitalina, los meridianos son buenos clientes y se ha sentido cómoda al vender sus productos que poco a poco van aumentando.

Además, realiza otras actividades durante la semana para brindarle una mejor vida a su hijo.

“Mientras me dan un pequeño espacio con los demás artesanos, seguiré viniendo en este lugar para seguir firme con los clientes y que más gente conozca mis artesanías”, expresó.

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NM