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Venganza patirroja

NUEVA YORK, EU, 8 de octubre (AP).- Una apertura desastrosa de Luis Severino. Decisiones cuestionables del manager Aaron Boone. Sus temibles bates silenciados.

Como la neblina que cubrió su estadio la noche del lunes, el juego de los Yanquis se diluyó ante la agresividad de los Medias Rojas de Boston, incluido Brock Holt, quien protagonizó una noche impresionante al batear para el primer ciclo en la historia de la postemporada.

Andrew Benintendi limpió las bases con un doble dentro de un racimo de siete carreras el cuarto inning, el jit que encaminó a Boston a una desigual victoria 16-1 sobre Nueva York y a tomar una ventaja 2-1 en la serie divisional de la Liga Americana. Nathan Eovaldi maniató la ofensiva de Nueva York al permitir una carrera y cinco jits durante siete episodios.

Con metódica y paciente ejecución, los Medias Rojas desataron un bombardeo de 18 jits — incluido el ciclo de Holt— para romper la racha de siete victorias seguidas de Nueva York como locales en las últimas dos postemporadas. Fue además la derrota más abultada en la historia de los Yanquis en postemporada, un total de 396 juegos.

El cuarto juego será la noche de este martes en el Yankee Stadium y Boston tendrá en el montículo a Rick Porcello frente el veterano zurdo CC Sabathia.

Otro triunfo de los Medias Rojas liquidaría a su favor la serie al mejor de cinco juegos y les agendaría una cita para medirse con los Astros de Houston en la serie por el título de la liga a partir del sábado.

La pesadilla del lunes dejó a los Yanquis al borde del abismo tras llegar entonados por haber sacado una victoria en Boston el fin de semana, que les daba la posibilidad de ganar la serie en su casa.

El primer cambio de lanzadores fue problemático para Boone al decidir traer a Lance Lynn en lugar de un relevista con experiencia para evitar que los Medias Rojas se despegasen.

Fue lo que ocurrió cuando Severino fue relevado tras llenar las bases. Lynn arribó y dejó entrar una anotación con un boleto y luego Benintendi disparó una línea por el jardín que remolcó sus primeras carreras de la serie para una ventaja 7-0.

Boston añadió tres carreras más en ese cuarto episodio, incluidas dos con un triplete de Holt. Y los vítores se transformaron en abucheos. Para el séptimo, el estadio estaba silenciado y las gradas empezaron a vaciarse.

Con el partido fuera de alcance y a fin de no recurrir a sus mejores brazos del bullpen, Boone no tuvo otro remedio que recurrir al receptor Austin Romine para lanzar en el noveno. Romine fue la víctima de un jonrón de dos carreras de Holt para completar el ciclo.