NUEVA YORK, 21 de octubre (MLB).- La muerte de Tyler Skaggs abrió todo un panorama inexplorado para Grandes Ligas, ya que nunca antes se había visto que estuvieran metidos en un problema de drogas duras cómo lo son los opioides, y aunque solamente está documentado el caso de los Angelinos de Los Angeles, es probable que ésta adicción sea endémica de los jugadores de Las Mayores y del cual poco se conoce a ciencia cierta.
El reportero de NBC Sports, Craig Calcaterra, habló con diversos ejecutivos de equipos de MLB, actuales trabajadores e incluso agentes de la DEA que prefirieron mantenerse en el anonimato, donde todos al menos mencionan que no les sorprende para nada que en todos los equipos haya al menos un puñado de peloteros que son adictos a éstas sustancias.
Uno mencionó que el uso de marihuana por parte de los jugadores bien conocido por todas las franquicias y aunque a veces se salga de las manos, está prácticamente controlado y no causa mayores problemas, pero que los opioides son una sustancia mucho más difícil de controlar y puede ocasionar sucesos desagradables cómo ya lo vimos con el caso de Skaggs.
Lo más impresionante de todo, es que quizá con todo esto, un agente de un pelotero menciona que en sí, la meta de Major League Baseball y sus altas cúpulas es ocultar que hay peloteros adictos:
La meta de la liga, esto incluye tanto a Major League Baseball cómo al sindicato, no es erradicar el uso de opioides entre los peloteros, sino que simplemente pasen los exámenes antidrogas cómo si nada. Las adicciones son una enfermedad, y tienen que ser tratadas cómo tal
Esto concuerda con la versión del empleado de los Angelinos, Eric Kay, que fue quién soltó la bomba al confesar a la DEA que dos ejecutivos del más alto rango de la organización sabían de la adicción de Skaggs, pero que callaron y prefirieron no hacer anda al respecto.