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Astros acaricia el cetro

WASHINGTON, EE.UU., 28 de octubre (AFP).- Con excelente pitcheo de Gerrit Cole y jonrones del cubano Yordan Alvarez, el boricua Carlos Correa y George Springer, los Astros de Houston vencieron este domingo 7x1 a los Nacionales de Washington y quedaron a un triunfo de ganar la Serie Mundial.

El conjunto texano se adelantó ahora 3 triunfos a 2 y una victoria el martes en Houston le dará su segunda corona en tres años, ya que fue campeón en 2017 a costa de los Dodgers de Los Angeles.

En el formato al mejor de siete juegos en la final, el ganador del Juego 5 cuando está empatada 2-2 ha ganado 29 de 43 Series Mundiales para un 67.4%.

No obstante la derrota, Washington sigue optimista pues su mánager, el boricua Dave Martínez, recordó en conferencia de prensa que "ganamos dos juegos ya en Houston (los dos primeros), así que lo podemos hacer de nuevo. Ya esta (derrota) hay que dejarla atrás y pensar en los que viene".

El pitcheo de Cole (1-1) fue espectacular durante siete capítulos, en los que diseminó 3 hits, una carrera por jonrón del juvenil dominicano Juan Soto y terminó con nueve ponches, mientras que el revés fue para el abridor Joe Ross (0-1), castigado con cinco imparables y cuatro anotaciones.

El Juego 6 será el martes con un duelo de lanzadores entre Justin Verlander (0-1) y Stephen Strasburg (1-0).

Alvarez y Correa, decisivos

Los Astros atacaron temprano y en el segundo inning fabricaron dos anotaciones con factura cubana, al conectar hit y jonrón Yuli Gurriel y el novato Yordan Alvarez, respectivamente.

En el cuarto, los Astros volvieron a la carga y con otro bambinazo del boricua Carlos Correa con Alvarez en segunda -había bateado hit- se pusieron arriba 4x0, para darle a Cole una cómoda ventaja que ya sería decisiva.

En el séptimo, el juvenil dominicano Juan Soto descifró los lanzamientos del astro Cole y le conectó vuelacerca entre el jardín izquierdo y central para abrir el marcador de los Nats con una carrera.

Los Astros aumentaron la cuenta en el octavo con doblete de Springer, boleto internacional a Michael Brantley y sencillo remolcador del cubano Gurriel, quien dejó el marcador 5x1.

En el noveno, los bates de los Astros siguieron cantando y con sencillo del también boricua Martín Maldonado y otro vuelacerca de Springer sellaron el marcador del partido 7x1.

En los primeros dos juegos de esta serie, Washington había bateado .333 (7 de 21) con 10 carreras impulsadas, pero sus bates han sido apagados en estos tres juegos en casa.

Alvarez ha respondido

Carlos Correa le había dicho a su compañero Yordan Álvarez que éste era su día. Tuvo razón.

Relegado a la banca durante dos noches, Yordan Álvarez estaba ansioso por responder. El domingo lo hizo, con tres swings.

Los Astros de Houston dieron al novato cubano la encomienda de jugar de inicio el quinto encuentro de la Serie Mundial. Álvarez los recompensó al batear de 3-3, con un tremendo jonrón de dos carreras ante Joe Ross, quien abrió el duelo por los Nacionales de Washington.

Houston tomó la ventaja por 3-2 en el Clásico de Otoño y está a una victoria de obtener su segundo título en tres años.

El cuadrangular fue el primero de Alvarez en los pléiofs y guio a los Astros a una victoria de 7-1.

Cuando los peloteros de Houston volvieron al clubhouse, el boricua Correa le recordó a Álvarez su predicción.

“¿Ves? Te lo dije”, le comentó. “Éste era el día”.

Ningún pelotero tan joven de la Liga Americana había conectado tres hits en un juego de la Serie Mundial desde 1957.

“Nunca pensé que estaría acá en las mayores, en el gran escenario y haciendo esto”, manifestó Álvarez.

Pese a batear para .500 en los primeros dos duelos del Clásico de Otoño, Álvarez tuvo actividad apenas limitada en el tercero y en el cuarto duelo. En el parque de la Liga Nacional no se permite el bateador designado, y los Astros no estaban convencidos de las virtudes defensivas del pelotero.

Alvarez realizó tres swings en dos apariciones como emergente. En las dos ocasiones fue retirado con elevados.

Los Astros ganaron esos dos duelos sin ayuda de Alvarez. Pero el mánager AJ Hinch tenía un plan.

No quería que Alvarez se sentara demasiado tiempo. Así que vio una oportunidad en una noche en que el as Gerrit Cole subió al montículo. El piloto pensó que Cole suele lograr muchos ponches, por lo que habría menos pelotas en juego.

Cole repartió nueve ponches, y Álvarez no tuvo problema con la única pelota que le llegó, una línea al jardín izquierdo.

Y con el bate, no se cansó de hacer daño a los locales.