HOUSTON, EE.UU., 30 de octubre (AP/AFP).- Casi desahuciados en mayo. Campeones en octubre.
Dirigidos por Dave Martínez, los Nacionales de Howie Kendrick, Anthony Rendón y compañía completaron una larga travesía a contracorriente. Y consiguieron el título de la Serie Mundial por primera vez en su historia con una nueva remontada, esta vez en el séptimo juego.
Kendrick y Rendón dispararon sendos jonrones en el séptimo episodio y Washington revirtió un déficit de dos carreras para vencer el miércoles 6-2 a los Astros de Houston, con lo cual se coronó en el Clásico de Otoño.
Este fue el primer título de los Nacionales en 50 años de historia de la franquicia, además de convertirse en el sexto equipo que llega a los pléiofs como comodín y se lleva la corona, como lo hicieran los Marlins (1997 y 2003), Angelinos (2002), Medias Rojas (2004), Cardenales (2011) y Gigantes (2014).
Por su parte, los Astros perdieron la oportunidad de llevarse su segundo título en los últimos tres años, luego de coronarse en 2017.
El pitcher ganador fue el relevista Patrick Corbin (1-1) y el revés para Will Harris (0-1).
Por los Nacionales jonronearon Anthony Rendón (2) y Howie Kendrick (1), mientras que por los Astros lo hizo el cubano Yuli Gurriel (1).
Comienza la función
La función comenzó temprano para los Astros cuando Gurriel en el segundo episodio sorprendió al estelar abridor Max Scherzer y la desapareció por encima de las cercas del jardín izquierdo, poniendo a los anfitriones al frente 1x0.
En el quinto, los Astros volvieron al ataque con sencillo de Michael Brantley, roletazo para jugada de selección de Gurriel, boleto al también cubano Yordan Alvarez e imparable productor del boricua Carlos Correa.
En el séptimo los Nacionales se fueron arriba con jonrones de Rendón y Kendrick, el de éste último con el dominicano Juan Soto en base por boleto.
Hasta ese momento, el abridor de los Astros, el derecho Zack Greinke, había tenido en un puño a los Nacionales con un solitario jit de Soto desde el segundo episodio. Pero se fue sin decisión.
Posteriormente, como para que no hubiese duda, los Nacionales ampliaron el marcador en el noveno por jit del veterano Ryan Zimmerman, sencillo del dominicano Víctor Robles, boleto a Trea Turner e imparable remolcador de dos de Adam Eaton, que selló el marcador.
Noche histórica
Esta franquicia se fundó como los Expos de Montréal en 1969, cuando las Grandes Ligas se expandieron al norte de la frontera. El equipo con gorras tricolores jugaba entonces en el Jarry Park.
En 2005, se mudó a la capital estadounidense, que había carecido de equipo en las mayores durante más de tres décadas, luego que los Senadores desaparecieron por segunda vez para transformarse en los Rangers de Texas.
Y el increíble recorrido que siguieron estos Nacionales era algo que nadie pudo imaginar.
Habían perdido como agente libre a su estrella Bryce Harper, y enfrentaban serias dudas con el bullpen. Comenzaron la campaña con una foja de 19-31.
Ahora, Martínez es el segundo piloto boricua en ganar el Clásico de Otoño en forma consecutiva. Alex Cora se había coronado el año anterior con los Medias Rojas de Boston.
Los Nacionales acuñaron un lema que comenzó a aparecer en sus camisetas: “Sigue en la pelea”.
Y durante meses, no se cansaron de seguirlo al pie de la letra. Se colaron en el Juego de Comodines y pelearon hasta obtener el cetro.
Para los 43.326 espectadores en el Minute Maid Park de Houston, la noche trajo conmoción y decepciones. Estuvieron muy cerca de ver la segunda coronación de los Astros en tres años.
Pero la ventaja se evaporó repentinamente.
Fiesta en la capital
Los Astros lideraron la MLB con 107 victorias esta temporada y se esperaba que aplastaran a los Nacionales en el Clásico de Otoño.
Ahora, los Nacionales se unen a los Yanquis de 1996 en ganar nueve juegos como visitantes en una misma postemporada.
El equipo que desde 1969 al 2004 se llamaba Expos de Montreal comenzó su andar en la capital estadounidense en 2005.
La última vez que la Serie Mundial llegó a la capital de la nación fue en 1933, cuando los entonces Senadores de Washington perdieron ante los Gigantes de Nueva York en cinco juegos.
Los Senadores, que después en 1972 se convirtieron en los Rangers de Texas, ganaron en 1924 cuando derrotaron a los Gigantes siendo de la capital, por lo que sería la segunda vez que Washington tendrá una fiesta por el béisbol.
En Washington, cientos de seguidores compartieron la emoción, celebrando en una gran fiesta al aire libre cerca del estadio de los Nacionales.
Los fanáticos de los Nats hicieron su característico movimiento de aplausos "Baby Shark" antes de la salida final, que provocó gritos de alegría.