ATLANTA, EU, 4 de octubre (AP).- Mike Foltynewicz añadió otro capítulo a una admirable temporada en la que llegó a tocar fondo.
Foltynewicz lanzó siete episodios dominantes antes que el bateador emergente Adam Duvall conectara un jonrón de dos carreras que condujo a los Bravos de Atlanta a una victoria el viernes de 3x0 sobre los Cardenales de San Luis, con la que empataron 1-1 su Serie Divisional de la Liga Nacional.
Foltynewicz, quien pasó buena parte de este verano en Triple-A luego de un comienzo nefasto, ha sido un lanzador diferente desde que regresó de las menores. Acumuló foja de 6-1 y efectividad de 2.65 durante sus últimas 10 aperturas, una racha de dominio que llegó a la postemporada.
La serie al mejor de cinco juegos cambia ahora a San Luis, donde Mike Soroka abrirá por los Bravos en el tercer encuentro, frente a Adam Wainwright de los Cardenales.
Frente al as de San Luis Jack Flaherty, quien tuvo una de las mejores segunda mitades de la historia del béisbol, Foltynewicz toleró tres jits, ponchó a siete y no dio boletos en una salida de 83 lanzamientos que no le permitió a los Cardenales generar ningún tipo de amenaza ofensiva.
Lo más lejos que llegó un corredor fue la segunda, y ni siquiera fue su culpa. En el segundo, el puertorriqueño Yadier Molina dio un sencillo y el intermedista de los Bravos Ozzie Albies extendió el episodio al fildear mal un rodado de Paul DeJong para un error.
No pasó nada. Foltynewicz hizo abanicar a Harrison Bader para sofocar la amenaza.
Luego que Kolten Wong bateó para un doble play que puso fin al séptimo, Duvall salió de la cueva para batear por Foltynewicz en la parte baja. Duvall fue recibido con algunos abucheos por parte de los fanáticos en el SunTrust Park, que quería que Foltynewicz siguiera un rollo más— especialmente tras el desmoronamiento del bullpen de los Bravos la noche previa al perder el primer partido.
Los abucheos pasaron a ser vítores cuando Duvall desapareció un pitcheo de Flaherty en las gradas del jardín central, dándole algo de respiro a los Bravos.
Criticado por quedarse a admirar un batazo en vez de correr en el primer juego, el venezolano Ronald Acuña Jr. salió a todo vapor en cada oportunidad que tuvo. El prodigio de Atlanta fue una bala al correr por la raya tras conectar un rodado en el primero y fue agresivo por un doble en el séptimo tras conectar un batazo saltarín por la raya de tercera.