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Temas Deportivos

* El “Toro” Valenzuela cumplió 59 años

* Una vida deportiva de los suelos a cielos

* Aquel año de 1981 y la “Fernandomanía”

* Fue Novato del Año / Ganador Cy Young

* Su vida deportiva dividida en dos partes

* Ligado a Yucatán por matrimonio e hijos

* Además por los Leones de Yucatán / Brito

* Tom La Sorda lo obligó a forzar su brazo

* Un recuerdo y añoranzas de toda una época

* 49ers de San Francisco, invictos en 9 juegos

Fernando “El Toro” Valenzuela cumple 59 años de edad, una vida que fue de fama y lo sigue siendo hasta hoy, ojalá que de fortuna: en Mérida algunos lo consideran un dios del béisbol, se casó como todo mundo sabe, con una yucateca, desde su estancia como pelotero de los Leones de Yucatán, en una famosa ceremonia religiosa, por lo tanto tiene hijos de casa, y uno de ellos llegó también al profesionalismo y por ello es tan famoso aquí, incluso tanto como en su tierra Etchohuaquila, un ejido de Navojoa, Sonora, donde nació el 1 de noviembre de 1960.

Ha sido un legado para los Dodgers y el béisbol mexicano, y en mi opinión que quizá para muchos no valga, pero yo he defendido muchas veces, su manager Tom LaSorda, un piloto medianamente regular en las Ligas Mayores, lo forzó a lanzar de más durante muchos años y aunque su récord dice que lanzó 11 años, nosotros estamos convencidos que en circunstancias mejores hubiera podido lanzar quizá, hasta el doble, porque es muy fuerte.

Lo que pasa es que en el primer año logró casi todas sus marcas. Fue a dos series mundiales, una de ellas en su año de debut en 1981 (la otra fue en 1988) y en ese primer momento fue el Novato del Año, ganó además tres bates de plata (1981, 1986 y 1989), un Guante de Oro (1981), 6 nominaciones para el Juego de Estrellas, y un récord de blanqueadas con 6 en 1981.

Luego en 1991 prosiguió su carrera con los Serafines de California, Orioles de Baltimore, Filis de Filadelfia, Padres de San Diego y Cardenales de San Luis.

Como se puede apreciar claramente, su vida deportiva se “partió” en dos secciones.

Sus grandes actuaciones produjeron un fenómeno excepcional que los cronistas bautizaron como la “Fernandomanía”, aumentando la difusión del béisbol en México y por ello la Liga Mexicana de Béisbol decidió retirar el No. 34 que él utilizó tanto en nuestro territorio en Verano e Invierno, como en las Grandes Ligas.

Para nosotros hay un hecho incontrovertible en su carrera: en 1986 quedó en segundo lugar del Premio Cy Young, pese a sus 21 victorias y en 2º sitio los Premios de Cy Young y Novato del Año el mismo año en 1981 cuando debutó.

Con los Cardenales lanzó de San Luis lanzó un juego sin jit ni carrera.

Valenzuela inició con Tuzos de Silao, Guanajuato, de donde pasaría a los Leones de Yucatán, donde llamó la atención del cubano Mike Brito, cazatalentos de los Dodgers de Los Angeles, que lo adquirieron en 1979.

Luego lo enviaron a doble A y AAA y ante las lesiones de varios abridores de los Dodgers, lo enviaron al equipo grande y Tom LaSorda decidió darle la oportunidad, eso sí nadie le va a quitar sus méritos.

Y así surgió la oportunidad de darle el chance de abrir nada menos que la temporada de 1981 y nadie fue capaz de imaginar siquiera que sería el año de la fama, la Fernandomanía, el delirio y la oportunidad de su vida.

Es para mí un enorme satisfacción decirles que por azahares del destino llegué a Mérida, por ese entonces, y fui capaz de verlo en acción en muchos de sus inicios.

Entonces tendría unos 19 o 20 años y parecía de muchos más a causa de su gordura, pues incluso se le conoció como el “Gordo Valenzuela”,

También tuve la oportunidad de entrevistar a Mike Brito y su confianza en él, como nunca antes había oído a alguien tenerla.

En ese primer año en las Mayores tuvo marca de 13-7 y fue también muy recordado por su gran actruación del juego tres de la Serie Mundial en el cual maniató a los Yanquis de Nueva York.

Ahí mismo empezó la leyenda de Fernando Valenzuela, pero estoy de acuerdo en que no tiene números como para ir al Salón de la Fama, eso ya es otra cosa.

El recuerdo, hoy que cumple 59 años Fernando Valenzuela, la cercanía con él y mi desapego a tenerlo como ídolo, me han “marcado” como otro más de mis “fracasos” al señalar a quienes debería de admirar. Pero es indudable que en muchas otras cosas he acertado, y estoy conforme con haberlo conseguido.

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La Selección Mexicana Sub-17 jugó al tú por tú a Italia, pero al final cayó 2-1 en el Mundial de la categoría, en Brasil, y comprometió su clasificación a los octavos de final.

Es una pena, pero también un nuevo fracaso de los chicos.

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La Máquina Cementera se aferra a la lucha por entrar a la calificación por el cetro del Fútbol Mexicano y ayer venció con apuros 1-0 al León en juego de la 18ª jornada del Torneo Apertura en el Estadio Azteca.

Por otro lado, Monarcas Morelia dio un repaso de 6-1 al Juárez, y mantuvieron lista la velita prendida para aspirar a la zona de calificación.

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En la NFL, los 49ers de San Francisco alargaron su racha invicta a 9 partidos invictos en el Campeonato del fútbol Americano profesional de Estados Unidos al ganar 28-25 a los Cardenales de Phoenix, Arizona, con Jimmy Garoppolo que pasó para 217 yardas con cuatro touchdowns exactamente a la mitad del torneo.

Fue el juego que abrió la semana 9 y los Niners se metieron al State Farm Stadium, en Glendale, California, para que Garoppolo completara 28 de 37 oportunidades.

josecamerino@gmail.com