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El inolvidable Ayrton Senna

SAO PAULO, Brasil, 29 de abril (AFP).- Su casco amarillo con una franja azul y otra verde hizo historia en las pistas y su genio marcó a una generación que aprendió con el campeón brasileño de F1 Ayrton Senna, para muchos el máximo mito deportivo del país, a agitar con orgullo la bandera de Brasil.

Cuando el piloto, con apenas 34 años, se estrelló el 1 de mayo de 1994 contra el muro de la curva de Tamburello, en el circuito italiano de Imola, no sólo enmudeció a su país natal. El accidente conmocionó a millones de personas que vieron en televisión, en tiempo real, la triste despedida del carismático y controvertido ícono.

Tres veces campeón del mundo con McLaren (1988, 1990 y 1991), donde brilló de 1988 a 1993, Senna ganó un GP de cada 3 (35 victorias en 96 carreras) con la escudería británica.

Un cuarto de siglo después, su imagen sigue asociada a marcas comerciales y campañas sociales; es el último gran ídolo brasileño, para muchos incluso mayor que el mítico Rey Pelé.

“Vivíamos los años 80, con hiperinflación, recién había acabado la dictadura militar; no tenía mucho sentido sentir orgullo de Brasil, pero Senna fue por el mundo llevando la bandera como un símbolo que enorgulleció a tantos brasileños”, dice Alexander Grünwald, periodista especializado en automovilismo.

A juicio de Grünwald, el legado de Senna fue “transformar el deporte”. Su diferencial, además de ser un piloto excepcional, fue el de atender otros aspectos como la preparación física y mental, entender al vehículo y la tecnología y cuidar su imagen.

Una encuesta realizada en 2014, en el vigésimo aniversario de su muerte, mostró que 47% de los habitantes de su ciudad natal de Sao Paulo, la más poblada de Brasil, consideraban a Senna como el mayor nombre del deporte nacional. Pelé venía en segundo lugar, con 23%.

“Pelé vivió una época en que las personas escuchaban el fútbol por la radio o lo leían en el diario. No lo vivían con la misma intensidad y emoción. Con Senna, eran los domingos con la familia” frente a la televisión, explica Grünwald.

El miércoles, se le consagrará un “Senna Day” en el autódromo Interlagos, en Sao Paulo, con actividades deportivas y culturales.

Antes y después de Senna

Antes de Senna, Emerson Fittipaldi (campeón en 1972 y 1974) y Nelson Piquet (tricampeón en 1981, 1983 y 1987) colocaron a Brasil en el mapa del automovilismo mundial. Pero ahí se cortó la estirpe.

Rubens Barrichello y Felipe Massa, con 11 podios cada uno pero sin título mundial, fueron en el último cuarto de siglo los mayores exponentes brasileños de F1. Actualmente, no hay ninguno en los circuitos.