Jorge Canto Alcocer
Nuestros admirados –aunque en ocasiones también criticados- hermanos Arellano Hernández deben estar de plácemes. Su fórmula “norteña” –un orden al bate de poder, con escasa velocidad y poca versatilidad- por fin dio resultado … ¡Y vaya que dio resultado! En los seis partidos de la semana, jugados en parques que son paraíso para el bateo, los melenudos anotaron la friolera de 65 carreras, conectando la inmensa cantidad de 81 jits, incluyendo 15 bambinazos. Con esa actuación ofensiva, Leones se trajo 5 de los 6 encuentros, algo especialmente importante porque fue ante equipos de su zona y que están arriba en el standing. Tras esta productiva semana, los selváticos están afianzados en la cuarta posición de la división, tan sólo cuatro juegos detrás del subliderato. Su marca apenas es deficitaria por tres (18 triunfos por 21 descalabros) y de manera contundente superan ahora a los sotaneros Olmecas y Piratas, que están a cinco y seis juegos, respectivamente. Con todo lo comentado con anterioridad, parece que el puesto del manager Rivera está completamente a salvo, pese a que los problemas en la gestión del pitcheo continuaron.
Y efectivamente, no todo fue gozo en esta semana de triunfos. El dominicano César Valdez estuvo realmente espectacular, con un par de victorias, metiéndose de lleno a la lucha por el liderato de efectividad, en tanto que Negrín volvió a cumplir y Jesse Estrada tuvo una presentación aceptable y con triunfo; pero en cambio el debutante Darío Álvarez, con muy buenos números en Mayores, fue feamente zarandeado en Puebla, en tanto que el relevo fue masacrado salvajemente, aun en los partidos que se ganaron, como el del sábado, en el que Gaudin permitió un rally de ¡seis carreras!, que motivó que Negrín se fuera sin decisión, pese a que había dejado el partido con amplia ventaja.
Que el pitcheo no se establece aún, lo prueba el hecho de que se siguen trayendo abridores, lo que sugiere que Álvarez se quedará como relevista, que es la función que ha desempeñado históricamente. Apenas ayer, cuando ya la novena yucateca estaba volando hacia Mérida, la oficina anunció con bombo y platillos la llegada de Miguel Peña, hasta el año pasado pitcher de cabecera de los Toros de Tijuana, pero este año ha tenido el santo de espaldas, pues de cinco aperturas que ha realizado ha explotado ruidosamente en cuatro de ellas, y su única actuación exitosa es la que realizó contra Tigres el 18 de abril, en tanto que en ninguna otra ocasión ha podido pasar del tercer episodio. ¿Le resultará el cambio de aires? A eso le apuesta la directiva melenuda, que mucho se ha cuidado de informar sobre el “detalle” de los fracasos de Peña, que “luce” una efectividad -inefectividad hubiera dicho el admirado colega Russell Gutiérrez- de 8.18.
¿Será que el ansiado giro ya se dio, y ahora comenzará el remonte de Leones? Vayamos con calma y analicemos: la ofensiva funcionó como relojito en los parques de Oaxaca y Puebla, pero ello difícilmente se repita en el Kukulcán, donde nuestro equipo cumple la mitad de sus compromisos; la defensiva se vio igual de errática, pero ahora no importó ante la cauda de la artillería; el relevo –otro talón de Aquiles- mantuvo su catastrófico nivel… Pero, sea como fuere, Leones está ya bien fincado en el cuarto lugar, en zona de clasificación, y no parece que haya forma en la que los mediocres Bravos o los debilísimos Olmecas y Piratas puedan amenazar nuestra posición.
El pronóstico, pues, es que los nuestros se mantendrán a media tabla por las próximas semanas, hasta la conclusión de la primera vuelta, por lo que resolver el problema del pitcheo es crucial para aspirar a las primeras posiciones en la segunda vuelta. De hecho, podemos decir que Yucatán estará, durante las tres semanas y media que restan a la primera vuelta, por un lado cuidando su cuarto lugar, y por el otro preparándose para la segunda vuelta, por lo que es posible que aún veamos varios cambios en el departamento de los bultos postales en pos de la estabilidad de la que se carece. Por lo pronto, esta semana será de gran compromiso, con la visita del campeón Sultanes y el sublíder Tijuana. Con estos duros sinodales saldremos de dudas sobre si el levantón general se confirma, o fue sólo llamarada de petate.