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Por Sergio Orozco

Con bloques de hielo se tuvo que bajar la temperatura del agua de la Alberca Olímpica de Cancún, la cual al inicio de la competencia oscilaba alrededor de los 31 grados centígrados, informaron algunos entrenadores que compiten junto con su respectivas selecciones en la Olimpiada Nacional y Nacional Juvenil 2019, quienes anteriormente señalaron que lo óptimo es que las sirenas y tritones naden por debajo de los 27.5 grados centígrados, lo cual no está sucediendo por falta de los aireadores, mismos que brillaron por su ausencia, pues esta vez ni el que estaba operando este jueves funcionó.

Esto demuestra que las instalaciones deportivas de nuestro estado carecen de la infraestructura para albergar eventos de esta talla, toda vez que la Alberca Olímpica de Cancún no cuenta con este sistema de aireadores, mismo que permite regular la temperatura del vital líquido, la cual está excediendo los niveles permitidos dentro de este tipo de competencias, algo que no se ha querido dar a conocer por parte del organizador de este evento, la Comisión para la Juventud y el Deporte de Quintana Roo (Cojudeq), presidida por Antonio López Pinzón.

Cabe recordar que el año pasado este inmueble recibió una inversión que rondó los 10 millones de pesos, cantidad que sirvió para pagar la construcción de otra fosa alterna, destinada para los calentamientos y afloje de los competidores, entre otros gastos, menos la adquisición de un sistema de aireadores que le permita al agua de la alberca principal mantener una temperatura óptima para los nadadores.

Por tal motivo para solucionar dicho problema la Cojudeq se dio a la tarea de arrojar bloques de hielo a la alberca principal, solución temporal que al final de cuentas duro muy poco, toda vez que los intensos rayos del sol volvieron a elevar la temperatura del vital líquido, que al inicio de la competencia alcanzaba los 31 grados, según informaron los entrenadores de la delegaciones participantes, toda vez que los organizadores tuvieron la precaución de retirar el termómetro del lugar donde se encontraba, por lo que posteriormente no se pudo verificar en cuanto oscilaba.

Además de esto, quedó pendiente la inspección de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la cual, antes del arranque de la competencia había notificado verbalmente a los organizadores que hacía falta filtros que purificaran el agua, situación que aparentemente ya quedó en el olvido, y que sin lugar a dudas pone en riesgo la salud de los competidores.