El béisbol yucateco está de luto: Leonel “El Coronel” Aldama Rosell, el legendario ex mánager y coach de los Leones de Yucatán, falleció ayer en la madrugada en un hospital de la ciudad.
“El Coronel” Aldama, originario de Cuba pero afincado en Yucatán desde hace muchas décadas, tenía 94 años de edad, de los cuales más de 45 dedicó a los melenudos, de los que llegó a ser un símbolo.
Hay que recordar que Aldama, en calidad de jugador, se coronó campeón en 1957 con este equipo, y luego repitió en 1984 y 2006, pero ya como parte de la directiva.
Fue velado en la Funeraria Quevedo, donde se oficiaron dos misas de cuerpo presente, una a las 4 de la tarde y otra a las 10 de la noche. En horas de la madrugada fue cremado.
De Leonel Aldama se podrían contar cientos de anécdotas e historias, pero la mayor de todas fue su amor a la vida, a su familia y al béisbol; todas las tardes escuchaba los juegos de pelota de su natal Cuba, a través de un radio de onda corta.
De fácil plática, amable y muy ocurrente, con “El Coronel” concluye una época dorada y romántica del “Rey de los Deportes”.
El mítico “Coronel” Aldama fue manager de los Venados en la Liga del Sureste en los años 1964, 1965 y 1966, y de los Leones en 1971 y 1987, de manera interina.
Con las fieras fungió como coach de tercera base, coach de banca y asesor de varios timoneles; era el encargado de levantar el ánimo y procurar la armonía en el vestidor.
Su número 29 fue retirado por los Leones de Yucatán en el 2007, y el año pasado fue entronizado al Salón de la Fama del Deporte Yucateco.
Nacido en Los Arabos, Matanzas, Cuba, llegó a tierras mexicanas en 1945 y fue contratado por los Estibadores de la Liga Veracruzana; viajó al año siguiente a la Ciudad de México, donde permaneció 3 años sin ver mucha acción.
En 1949 regresó a Veracruz para jugar con Las Choapas, donde fue visto y contratado por los Sultanes de Monterrey, equipo con el que conquistó el campeonato ante Unión Laguna de Torreón.
Fino parador en corto y segunda base, “El Coronel” pisó por primera vez tierras yucatecas en 1954 para jugar en la Liga Peninsular con la novena de los Cardenales de Motul, que posteriormente también dirigió.
Tremendo bateador, en la Liga Peninsular demostró por muchos años su poder en las muñecas, así como una gran regularidad, lo que le permitió establecer varios récords: como el de más juegos jugados en todos los tiempos con 485; más veces al bate con 1,943; más carreras anotadas con 291; más imparables con 563; más dobles con 78 y más triples con 28.
Llegó a los Leones en 1971, aunque ya no como jugador, sino como mánager y estuvo ligado a las sucursales de la escuadra meridana.
En reconocimiento a su destacada trayectoria, en los últimos años los hermanos Arellano lo nombraron mánager vitalicio.
Durante su velorio, “El Coronel” vistió el uniforme blanco con rayas delgadas de los Leones de Yucatán, así como una gorra verde olivo con las letras YL en naranja; sobre su ataúd se colocaron las banderas de Cuba y de México.
Le sobreviven su viuda, Sra. Alba Manzanilla Villanueva; sus hijos Leonor y Leonel, así como nietos y bisnietos.
“El Coronel” Aldama y Mario Renato Menéndez Rodríguez cultivaron una estrecha, fraterna amistad, pues los unía no sólo su pasión por el béisbol sino también su amor por Cuba y Yucatán.
El Director General y el colectivo de POR ESTO! hacen llegar su solidaridad a familiares y amigos por tan irreparable pérdida. Descanse en paz quien fuera entrañable amigo de esta casa editorial.
(Marco Antonio Sánchez Solís)