Marco Antonio Sánchez Solís
Visiblemente adolorido en el físico, pero más adolorido por no haber podido terminar la faena y redondear su actuación, el rejoneador Emiliano Gamero sigue adelante y deja atrás el percance que sufrió el primero de enero en la Plaza de Toros “Mérida”.
Entrevistado en exclusiva por el POR ESTO!, antes de encaminarse a Peto, donde toreó ayer en un mano a mano con Horacio Casas, el centauro agradeció las muestras de cariño que ha recibido de la afición y contó cómo fue el momento del accidente, así de cómo se encuentran él y su caballo.
“Agradecer a todos las muestras de cariño, fueron algunos golpes que no me cura el corcaron de no haber podido terminar con mi faena; estamos bien, le doy gracias a Dios que todo quedó en golpes que si duelen, pero me duele más no haber podido redondear la faena”, señaló el centauro.
Como informamos ayer, durante la tradicional corrida de Rejones de Año Nuevo en el Coso de Reforma, Gamero sufrió un gran susto, al resbalar junto con su cabalgadura y quedar a merced del toro, que les dio una revolcada a ambos.
“Desde que recibí al primer toro me estaba resbalando en la plaza, en esta corrida el suelo fue muy resbaloso, la gente no se da cuenta yo tenía que galopar muy de largo con el toro para no caerme”.
Comentó, como ejemplo de esto, que tanto Santiago Zendejas, que cayó en 3 ocasiones aunque sin mayores implicaciones, como Diego Ventura, que resbaló en varias ocasiones, no estuvieron cómodos.
“Desde ahí comienza la tensión, mía y la de los caballos, comienza un miedo que no tiene que ver con el toro, sino a resbalarse; por más que uno trate de cuidarse, pero cuando te dejas llevar, te concentras, sobre todo que con el segundo toro la faena estaba llevando un nivel importante y me abandoné un poco de lo resbaloso y ahí fue cuando caímos”.
“Saliendo de poner banderillas de violín se le fueron los pies al caballo y caí a merced del toro, el astado hizo su trabajo, no fue malo, simplemente hizo lo que dicta su instinto, era un animal grande y bravo”.
Dijo que ya se encuentra mejor, ya que ayer le dolía mucho más, pero fue inyectado para el dolor en forma directa a sus venas.
“Me duele el tórax y la parte baja del vientre, así como la pierna, el muslo al ser un músculo muy grande duele mucho, se me hizo sándwich entre el caballo y el toro, además de pisarme; a la hora que pinché ya no pude más, el dolor era demasiado intenso, gracias a Dios el sobresaliente hizo su labor”.
“Jaque Mate, el caballo que sufrió el percance, está bien, lo bañamos, lo tenemos masajeado, le pusimos sus analgésicos, aunque tiene golpes, pero lo bueno es que el toro metió el cuerno en el cincho y eso impidió que el astado le siga golpeando con los pitones, sólo lo cargó”.
“Fui muy afortunado, son gajes del oficio, no les voy a decir que estoy contento, pero tampoco me extraña porque así es esto; la fiesta sigue, la afición no tiene la culpa de que me haya resbalado”.
Posterior a su corrida de ayer en Peto, el rejoneador regresará a la capital del país, donde, según nos comentó, tiene un compromiso de entrega a de juguetes a niños, labor que hace todos los años.