NUEVA YORK, EE.UU., 22 de marzo (AP).- El tackle ofensivo Dennis Kelly de los Titanes de Tennessee ha estado refugiado con su familia en la zona metropolitana de Indianápolis desde el nacimiento de su tercera hija hace un mes.
Se puso en aislamiento antes de que empezara la propagación de la enfermedad COVID-19.
“Ya estábamos en una cuarentena autoimpuesta porque con un bebé recién nacido y sin vacunas y todo eso, especialmente durante el invierno y la temporada de gripe que fue fuerte”, comentó Kelly, uno de cientos de jugadores de la NFL que se colocaron en aislamiento mientras la liga revisa los próximos pasos a seguir. “Ya estamos en la cuarta semana de estar alejados. Para gran parte de la sociedad, obviamente es mucho más extremo”.
Aunque no hay actividad para la NFL, la necesitad del distanciamiento social y aislamiento voluntario en la comunidad del fútbol americano tuvo un impulso cuando el entrenador de Nueva Orleans Sean Payton anunció el jueves que era el primer caso confirmado en la NFL de coronavirus.
Los jugadores de la NFL generalmente aprovechan este tiempo para prepararse para los programas de la temporada baja que tradicionalmente comienzan en abril. Con esos programas postergados por tiempo indefinido, los jugadores tratan de mantenerse en contacto con sus compañeros a través de chats grupales y las redes sociales. Los entrenamientos también son un problema debido a que cada vez más gimnasios cierran, aunque algunos jugadores tienen su propio equipo en casa.
El centro largo de los Santos de Nueva Orleans, Zach Wood, quien firmó una extensión de contrato justo antes de que arrancara la agencia libre, vive en un apartamento y se ha mantenido alejado de los gimnasios en Dallas. Su sesión de ejercicio involucra flexiones, sentadillas y ahora más carreras al exterior.
“Soy como un aspersor lanzando sudor por todas partes, lo que es desagradable, así que creo que es mejor empezar a salir y encontrar formas de hacer algo en el parque o en una pista porque el apartamento no me es suficiente”, comentó Wood.
Ryan Tannehill, que recibió un contrato por 4 años y 118 millones de dólares por parte de Tennessee, normalmente estaría ocupado entrenando con los receptores para empezar a perfeccionar su química y sincronización.
“Que los muchachos se suban a un avión ahora mismo no es una buena situación”, dijo Tannehill, quien hace un poco de entrenamiento personal al tiempo que se mantiene en casa con sus 2 hijos y disfruta de comida casera hecha por su esposa Lauren. “Espero que como una nación podamos darle la vuelta a esto y seguir adelante”.
La agencia libre de la NFL ha sido una de las pocas cosas cercanas a la normalidad en el mundo deportivo en medio de la pandemia de coronavirus.