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Pentatleta Mexicana vence al Covid-19

CIUDAD DE MEXICO, 26 de marzo (SUN/AP).- Casi una semana después de ser internada en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), la pentatleta mexicana Mariana Arceo compartió que se encuentra recuperada del virus de Covid-19, del que se contagió durante su estancia en Europa.

Arceo, quien tiene un lugar asegurado para los Juegos Olímpicos de Tokio, utilizó las redes sociales para informar su estado de salud.

“Se [sic] llegó el día que durante muchos días esperé, mi vida está fuera de peligro. Hoy seré la primera mexicana en recuperar la salud después de ser contagiada del coronavirus. Los momentos más difíciles de mi vida los pude superar”, escribió en su cuenta de Twitter.

“Estoy tan agradecida por todas las atenciones que dieron para lograr que mi salud regresara, lucharon junto a mí”, complementó.

Arceo, de 25 años y medallista de oro en los pasados Juegos Panamericanos de Lima 2019, estaba en un campamento en Barcelona desde principios de marzo. La gira también incluyó Egipto. La mexicana se enteró que donde había estado entrenando, un deportista dio positivo por coronavirus, situación que provocó que retornara a México.

La atleta fue la única integrante del equipo de pentatlón que estaba concentrada en Barcelona en dar positivo. Sus compañeros y su entrenador, Sergio Escalante, fueron

aislados y en los resultados de las pruebas arrojaron negativo.

A diferencia de otros casos de Covid-19 entre gente joven, Mariana tuvo complicaciones por neumonía.

“Como deportistas de alto rendimiento siempre llevamos el cuerpo al extremo y a mí no me permitió darme cuenta a tiempo de los síntomas del virus, hasta que mi salud estaba en peligro. Hay que saber escuchar al cuerpo para poder identificar esto”, añadió en un video que publicó la CONADE.

En la mayoría de la gente, el coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.

Hasta donde se sabe, es la única deportista olímpica clasificada en dar positivo al virus.

La semana pasada, Ana Guevara, directora de la CONADE, dijo que realizaron pruebas a 218 atletas que han estado en otros estados o países y que todos dieron negativo, pero no ha dado una actualización sobre si alguno presentó después síntomas asociados a la enfermedad.

Arceo junto con Mayan Oliver ganaron la medalla de oro en la prueba de relevos del Mundial de Hungría realizado el año pasado. Su logro le valió ser nominada al Premio Nacional del Deporte, el máximo galardón que el gobierno federal mexicano otorga a sus deportistas.

Secuelas en los pulmones

Una persona “normal”, no un atleta, que haya sido afectado por el Covid-19 puede tener afectación en más del 30% de su capacidad pulmonar, y para volver a su estado normal puede requerir más de 30 días, aunque no hay algo seguro. El caso de los deportistas también tiene tintes dramáticos, porque el actual coronavirus podría afectarlos para siempre en un factor que es determinante, simple y sencillamente, para hacer algo tan rutinario como correr.

El doctor Mario Mercader, especialista en medicina del deporte y presidente de la Asociación de Medicina del Deporte de la Ciudad de México, explica los alcances y afectaciones que tiene el coronavirus en el ser humano: “Tenemos que entender que, al final, este virus desarrolla una enfermedad pulmonar grave, que va a llenar de mucosidad los pulmones y no permite que ingrese la sangre oxigenada a éstos; afecta la zona de abajo y eso reduce la capacidad de oxigenación en más de un 30% y, si eso pasa, afecta todo el proceso metabólico del cuerpo humano”.

Situación que puede agravarse en un atleta, más allá de su obvia mejor condición física que el promedio, porque buena parte de su desempeño estriba en la capacidad pulmonar.

La historia del extenista sueco Björn Borg es clave para comprender la importancia de los pulmones en un deportista: “Fue de los primeros atletas estudiados en su frecuencia cardiaca. En reposo, tenía 40 latidos por minuto, y eso le alcanzaba para mandar oxígeno a sus tejidos. Cuando estaba en 100, los otros estaban en 120 o 130 y su reserva de oxígeno le permitía no cansarse antes”.

Cualidad que alguno de los infectados con Covid-19 podría no volver a tener.