Un golazo de falta directa de Eriksen en el séptimo minuto del tiempo añadido decantó un eléctrico 'Derby della Madonnina' que clasifica al Inter para las semifinales de la Coppa Italia. El danés decidió un duelo marcado por la colisión de dos gigantes, Ibra y Lukaku, autores de los primeros dos goles del encuentro y de una tensa trifulca antes del descanso. Demasiado caliente, el sueco vio la segunda amarilla tras la pausa. La condena de un Milan siempre inferior.
El duelo amaneció algo anárquico, un rápido intercambio de golpes que casi permitió a Leao y Zlatan abrir la lata. Sus remates rozaron el palo y pusieron en alerta al Inter, que pronto obstruyó al Milan. Barella, Brozovic y Vidal eran tres perros de presa, a los que se unía el laborioso Alexis. La lesión de Kjaer empeoró la escena para Pioli, que pedía a los suyos salir de la cueva e hizo debutar a Tomori.
Pero nada, el Inter iba a más. Tatarusanu sacó un pie milagroso para rechazar a Lukaku y cuando peor lo pasaba el Milan salió Ibra al rescate. El sueco pescó un rechace, Kolarov le dio medio metro y el ‘killer’ ajustó un derechazo que acabó en la red tras pegar en el palo. Pese al gol se mantuvo el guión y el Inter pudo empatar en un cabezazo de Alexis que sacaron bajo palos entre Tomori y Dalot.
El derbi se caldeó al filo del descanso. Romagnoli entró con dureza sobre Lukaku, que se levantó y fue a su encuentro. Ambos fueron separados por sus compañeros, pero entró Ibra en acción. Las provocaciones del sueco encendieron al belga y los insultos fueron a más hasta el punto de citarse en el túnel de vestuarios. El colegiado lo solventó con una amarilla para cada uno. Hizo falta medio Inter para impedir que Lukaku se abalanzara sobre Ibra tras el pitido que indicó el descanso.
La amarilla le saldría muy cara al sueco. En una acción rigurosa pero prescindible, Zlatan entró por detrás a Kolarov y vio la segunda cartulina. El Milan, que siguió sufriendo tras el descanso, se quedaba con diez en el 58'. Estaba contra las cuerdas y se encontró de golpe en la lona. El árbitro señaló penalti de Tomori sobre Barella y Lukaku se tomó la 'vendetta' desde los once metros. 1-1.
El cuadro 'rossonero' cogió oxígeno gracias a la lesión del árbitro, que interrumpió siete minutos el encuentro, pero tras la reanudación siguió el asedio. Un partido de frontón con Tatarusanu como muro insalvable. El arquero se lució en incontables paradas, a destacar dos remates a bocajarro de Lautaro y Lukaku. Pero nada pudo hacer más que rezar y observar la parábola del balón cuando Eriksen clavó en la escuadra el tanto del triunfo interista. Golpe anímico de los 'nerazzurri', que ya están en las semis de la Coppa. Veremos cómo afecta a la Serie A.
Con información de Sport.es
GCS