Por segunda temporada consecutiva, los Tigres de Quintana Roo se quedaron en el camino al ser eliminados por su acérrimo rival, los Diablos Rojos del México, en un año complicado para la organización de bengala que antes del inicio de la campaña ya tenía problemas, pues pidió a la oficina de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) cambio de sede, libró el tema administrativo, pero no así el deportivo, ya que apenas vio esfumarse cualquier posibilidad de seguir avanzando en los playoffs de la Temporada 2021.
Los Tigres enviaron en septiembre del año pasado, un documento a la oficina de la LMB, solicitando un cambio de plaza para el equipo, después de permanecer en Cancún por los últimos 13 años. Sin embargo, la salida de la franquicia del Caribe, donde llegaron en 2007, no se concretó.
Y es que la propia LMB confirmó la permanencia del equipo en esta ciudad donde, después de establecer acuerdos con los gobiernos del Estado y municipal, participó en su décima cuarta temporada en este 2021, alcanzando la primera ronda de playoffs.
De acuerdo con las estadísticas, el equipo de bengala que inició su participación este año, con Adán Muñoz como manager, tuvo un inicio incierto en la Temporada 2021, ocupando los últimos puestos de la Zona Sur.
Conforme transcurrieron las series, en una campaña modificada por la pandemia, los Tigres, ya con nuevo timonel ante la llegada del tijuanense Óscar Robles desde el juego 27 de la temporada, comenzaron a ver la luz al final del túnel.
La buena noticia para la organización es que para el próximo año contará con un estadio de primer nivel, construido con una inversión Federal que supera los 176 millones de pesos dentro del deportivo de la Supermanzana 21, en donde la autoridad anunció que se invertirán alrededor de 220 millones de pesos.
En medio de un ambiente festivo y a la vez nostálgico, la novena se despidió del Estadio Beto Ávila de Cancún el pasado 18 de julio, con triunfo de 7-4 frente a los Olmecas de Tabasco, para convertirse en una franquicia itinerante, ya que jugó como local en el parque Kukulcán de Mérida, incluido el primer playoffs y el Beto Ávila de Veracruz.
Si los números colectivos no fueron favorables para los de bengala, al pasar toda la temporada de media tabla para abajo tanto en bateo como en pitcheo, las individualidades tampoco marcaron la diferencia.
Los Tigres, la segunda franquicia más ganadora de la LMB con 12 títulos, plagado de jóvenes, amarró precisamente ante los Diablos Rojos el boleto a la postemporada de este año, misma a la que avanzaron como sexto lugar sureño, con marca perdedora de 32 victorias a cambio de 33 tropiezos.
Es así como por tercera ocasión, en las últimas cuatro temporadas de la Liga Mexicana de Beisbol, Tigres y Diablos Rojos (que finalizaron como líderes del sector con 41 victorias a cambio de 23 tropiezos,) se enfrentaron en la primera ronda de los playoffs de la Zona Sur, toda vez que en este nuoo evo formato de calificación, con seis equipos avanzando por cada uno de los dos sectores.
Desde que los Tigres se mudaron a Quintana Roo en 2007, ésta fue la cuarta vez que se midieron en postemporada a los Diablos, quienes este año igualaron los números a dos por bando.
La primera de ellas fue la Serie del Rey, del 2011, donde Quintana Roo barrió al México Rojo; posteriormente, en el primer campeonato de 2018, los felinos se volvieron a imponer, ahora en primera ronda, en sólo cinco juegos, pero en 2019.
En tanto que los Diablos ganaron la serie de manera dramática 4-3 y este 2021 hicieron lo propio sin mayores problemas por 4-1, en una serie que finalizó en la ciudad de Mérida, luego de que su casa en Cancún está en plena rehabilitación.
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Así se escribió el final de la historia de la décima cuarta temporada de los Tigres en Quintana Roo, aunque prometen regresar en 2022 con más fuerza en su nueva casa.
RM