En un giro inesperado de los acontecimientos, el Club Deportivo Guadalajara demostró su resiliencia al imponerse por 2-0 al Pachuca en calidad de visitante, en el marco de la jornada 12 del torneo Apertura de la Liga MX. Este triunfo marca un punto de inflexión para las Chivas, que se sacudieron la presión tras la sorpresiva salida del técnico argentino Fernando Gago.
Bajo la dirección interina de Arturo Ortega, Guadalajara desplegó un fútbol práctico y efectivo que le permitió romper una racha de tres partidos sin conocer la victoria. Los goles de Roberto Alvarado y Gilberto Sepúlveda en el primer tiempo fueron suficientes para silenciar el Estadio Hidalgo y llevar al Rebaño Sagrado al octavo puesto de la tabla, entrando así en la zona de repesca.
El partido comenzó con Chivas mostrando una determinación renovada. Al minuto 21, una jugada elaborada por la banda derecha culminó con un centro preciso de Alan Mozo, que Ricardo Marín transformó en asistencia para que Alvarado, con un certero cabezazo, abriera el marcador. Este gol sacudió a los locales, que respondieron con un disparo del colombiano Nelson Deossa que se estrelló en el poste al minuto 25.
Sin embargo, lejos de amedrentarse, Guadalajara aprovechó el desconcierto de Pachuca para ampliar su ventaja. En el minuto 41, un tiro de esquina ejecutado por Alvarado encontró a Gilberto Sepúlveda completamente desmarcado en el segundo palo, quien no perdonó y selló el 2-0 definitivo.
La segunda mitad vio a un Pachuca más ofensivo, buscando desesperadamente reducir la diferencia. No obstante, la falta de puntería en los remates de Deossa y del colombiano Faber Gil, sumada a una sólida actuación defensiva de las Chivas, frustró cualquier intento de remontada de los Tuzos.
Este resultado no solo representa tres puntos vitales para Guadalajara en su lucha por asegurar un lugar en la liguilla, sino que también envía un mensaje claro: el equipo está decidido a superar la turbulencia generada por la partida de Gago hacia Boca Juniors.
AG