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Relaciones destructivas, consecuencia de la falta de autoestima

La falta de autoestima es uno de los factores que llevan a una mujer u hombre a establecer una relación destructiva, un vínculo en el que sin importar el daño emocional, psicológico o físico se vuelve recurrente y es una constante en la elección de pareja.

Los especialistas afirman que una pareja no llega a uno mismo, es uno mismo quien elige a su compañero, y cuando existen daños, las personas no las reportan porque tienen la esperanza de que su pareja cambie o les cuesta mucho creer que están con la persona equivocada.

La psicóloga Carolina Meléndez afirmó que “estamos en un momento en donde las relaciones de pareja son breves, porque no le dan el valor y son superficiales sin asumir un compromiso”.

Señaló que una relación destructiva es un círculo vicioso que repite el mismo patrón de pareja, una y otra vez sin importar lo malo o tóxico que puede llegar a ser en nuestras vidas.

Es una condición que debe ser atendido por un especialista y en ello coincidió Sofía Rivera, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien comentó que ocho de cada 10 relaciones de pareja son destructivas.

La también psicóloga Circe Montes de Oca, especialista en Técnicas Cognitivo-Conductuales para el cambio de hábitos, dijo en entrevista con Notimex que cuando se habla de una relación destructiva se habla de alguien que agrede o atenta contra la autoestima del otro, “no permite el crecimiento y transgrede la individualidad del otro, pero por supuesto yo tampoco me estoy respetando mi ser, mi integridad, ni mi dignidad” indicó.

Detalló que una relación destructiva requiere de personalidades con problemas de autoestima, la cual se define a partir del autoconcepto, que va ligado a lo que pienso de mí; la autoimagen, una aceptación propia físicamente; la autoeficacia, confianza en la capacidad para enfrentar retos y cumplir metas; y autoreforzamiento, que tiene que ver con satisfacer necesidades propias y no del otro.

“Si no se logran desarrollar estos cuatro pilares, hay gran probabilidad de que caigan en una relación destructiva, donde permitirá que la otra persona la agreda”, explicó la especialista con estudios de Posgrado en Psicología de la Salud en la Facultad de Psicología de la máxima casa de estudios.

Agregó que, por tanto, “si una persona se desenvuelve de manera insegura, difícilmente se acercarán parejas sanas, porque las señales que se mandan son dirigidas a personas toxicas sin darse cuenta”.

Destacó que aún existe la idea de que todas las personas deben de vivir una relación de pareja para valer socialmente, por lo que algunas parejas toman malas decisiones y caen fácilmente con personas manipuladoras, controladoras o violentas, ya que suelen ser en un inicio, a los ojos de su pareja, ideales.

El número de personas que tiene una relación destructiva es alto, y resulta complicado que la persona afectada acepte la situación, ya que se mantienen en una etapa de negación.

“No se hace una adicción si no una forma de vida, una persona con baja autoestima busca aceptación, busca tener a alguien que la quiera, porque la seguridad no viene desde adentro sino la busca a fuera y esto lleva a aceptar cualquier condición en una relación” señaló la psicóloga Circe Montes de Oca.

Lo primordial es identificar la falla o la causa que lleva a tener una relación destructiva, siendo el paso más difícil, por lo que no pueden ser ayudados a menos que los afectados lo acepten.

“La gente debe afrontar la situación y buscar un especialista que la pueda apoyar, para saber el por qué establece una relación de esa naturaleza y por qué no se ha salido”, dijo Sofía Rivera.

Muchas veces se normalizan este tipo de relaciones, porque resulta ser un patrón que nace por cuestiones familiares, sociales y culturales, incluso se pueden desarrollar tras tener una relación significativa.

“La familia transmite valores, creencias, normas y la mayoría de la gente piensa que las relaciones deben permanecer por tiempo” aunque no sean funcionales, explicó Carolina Rivera, quien realizó una maestría sobre el tema en la Universidad Intercontinental.

En México las parejas en muchos casos resultan ser co-dependientes, tienen la necesidad de sentir que cuidan a alguien y en muchas ocasiones eso se confunde con “amor”.

Sofía Rivera destacó que la educación desde la infancia es indispensable para no llegar a ser víctima o activo de una relación destructiva, se tiene que enseñar a tener cercanía a los demás, a que no haya un temor a ser rechazados y respetar a los demás.

En la adolescencia sería ideal, agregó, proporcionar una serie de pautas e indicadores para tener relaciones más sanas, respetuosas, basadas en la comunicación y en la tolerancia, sin que se busque relaciones con necesidad de aprobación. CIUDAD DE MÉXICO (NTX)