El legendario actor estadounidense Gene Hackman, de 95 años, y su esposa, la pianista Betsy Arakawa, de 63, fueron encontrados sin vida en la madrugada del miércoles en su residencia de Santa Fe, Nuevo México, según informaron las autoridades locales. El sheriff del condado, Adan Mendoza, confirmó la noticia al periódico Santa Fe New Mexican, indicando que su perro también fue hallado muerto en la propiedad.
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Por el momento, las autoridades no han revelado las causas de los fallecimientos, aunque el sheriff Mendoza ha señalado que no existen indicios preliminares de una muerte violenta. La investigación continúa abierta mientras se esperan los resultados de la autopsia que podría arrojar luz sobre este trágico suceso.
Eugene Allen Hackman, nacido el 30 de enero de 1930 en San Bernardino, California, se había retirado de la actuación en 2004, dedicando sus últimos años a la escritura de novelas y a la pintura en su hogar de Santa Fe. Su última aparición en la gran pantalla fue en "Welcome to Mooseport", cerrando una brillante carrera que abarcó más de cuatro décadas.
Reconocido como uno de los actores más versátiles de su generación, Hackman construyó una filmografía ejemplar con más de 80 películas. Su talento fue reconocido con dos premios Óscar: el primero como mejor actor protagonista por su icónico papel del detective Jimmy 'Popeye' Doyle en "The French Connection" (1971) y el segundo como mejor actor de reparto por el implacable sheriff 'Little Bill' Daggett en "Unforgiven" (1992), dirigida por Clint Eastwood.
Entre sus interpretaciones más memorables destacan sus papeles en "Bonnie and Clyde" (1967), que le valió su primera nominación al Óscar; el villano Lex Luthor en la saga "Superman"; su trabajo en "Mississippi Burning" (1988); el presidente corrupto en "Absolute Power" (1997); y su colaboración con Francis Ford Coppola en "The Conversation" (1974). Su última gran interpretación llegó con "The Royal Tenenbaums" (2001) de Wes Anderson, cerrando una carrera marcada por la excelencia y la versatilidad.
Hackman, quien comenzó su formación como actor a los 30 años en la escuela Pasadena Playhouse de Los Ángeles, siempre manifestó su admiración por leyendas como James Cagney, Errol Flynn y especialmente Marlon Brando, cuya actuación en "A Streetcar Named Desire" definió como determinante en su vocación.
La industria cinematográfica y sus admiradores lamentan la pérdida de una figura fundamental que supo combinar la intensidad dramática con un magnetismo único, dejando un legado imborrable en la historia del cine.
AG