Félix Sautié Mederos
DXXIX
En el enfrentamiento que en la actualidad tenemos que poner en práctica como obligación ineludible de vida o muerte a la guerra económica, política, material, en el sentido más agresivo y violento, así como de cuarta generación mediática e informativa que el imperialismo del “norte revuelto y brutal”, que nos desprecia, nos tiene declarada y en plena ejecución, en mi criterio muy personal, en la situación estratégico operativa del momento, nos aparece un flanco algo desapercibido para algunos y conscientemente descuidado para otros, al respecto del cual quiero llamar a la atención. Me referiré, pues, al daño interno que causan los que lo complican todo y los que lo echan a perder todo, que son personas que en muchas ocasiones las realidades de su existencia y accionar se diluye ante la magnitud de las agresiones que desde el exterior nos causan el bloqueo y las guerras económicas.
En tanto que estas personas están presentes en la realidad cotidiana y el daño que causan en la población no puede ser desestimado, porque generalmente es persistente en el tiempo y en muchas oportunidades especialmente dañino. De seguro que algunos son tan intrínsecamente burócratas y autoritarios que no tengan plena conciencia del daño que causan en la sociedad; pero, en este sentido, se debería tener muy en cuenta esa experiencia en los enfrentamientos con los enemigos que expresa que el mejor agente enemigo es quien no sabe que lo es.
Al respecto, el presidente Miguel Díaz-Canel expresó algo que considero esencial, cuando dijo en su discurso en el IV Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, en el Palacio de Convenciones, el 21 de diciembre de 2019:
El paternalismo es otro de esos vicios que debilita la velocidad y profundidad de nuestros avances. Durante los debates en comisiones se discutió más de una vez sobre las prácticas abusivas de quienes complican y negocian con los trámites más sencillos. Pero, qué trabajo cuesta que se generalice la sanción moral, la denuncia, la negativa a ser sobornados o a sobornar.
Son muchas las ocasiones en que el presidente se ha referido a estos temas en el sentido de que es una especial preocupación suya los daños que estas actitudes están causando al desarrollo del país. Quiero citar, en este orden de pensamiento, lo que expresó en la visita de gobierno a la provincia de Las Tunas con fecha 17 de enero de 2020: “Todo lo que hagamos tiene que estar en función del pensamiento. Es esencial lograr menos burocracia, más agilidad, más emprendimiento y menos trabas a la economía”.
Además, en el balance anual del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (21 febrero 2020) planteó algo muy importante referido a los que lo complican todo y lo echan a perder todo cuando dijo: “La protección al consumidor debe ser una aptitud de todos los trabajadores. Hay que respetar al cliente y desterrar el maltrato, la desidia, la soberbia. Las quejas deben ser atendidas”.
En el teatro de operaciones en que se manifiestan las agresiones imperialistas contra Cuba a que me refiero, se encuentran bien definidos buena parte de los enemigos que las perpetran y que pujan por destruirnos, pero hay algunos que se mueven y actúan en las sombras, consciente o inconscientemente, sin ser declaradamente enemigos en el sentido estricto del término en cuestión. En muchas ocasiones estas expresiones y hechos concretos se manifiestan de formas totalmente desapercibidas y en el mejor de los casos justificadas con motivos revestidos artificialmente de un virtual carácter ingenuo que, aunque en lo externo puedan expresarse muy definidamente, en sus intríngulis esenciales esconden en sí mismos peligros que tenemos que prever y neutralizar en su totalidad.
Es esencial, pues, tomar muy en consideración las guerras imperialistas a que estamos sometidos sin piedad alguna, ejemplo de ello es el criminal bloqueo que nos impide adquirir medicinas y equipos médicos necesarios para la salud del pueblo, máximo aún en los momentos de pandemia que estamos viviendo en el mundo de hoy por causa del denominado COVID-19 de marras. En este siglo xxi, la complejidad es intrínseca y las guerras de novedosas facturas no son una excepción en su complejidad específica. Ahí es adonde quiero llegar, para expresar mi criterio al respecto de la necesidad imprescindible de tomar muy en consideración a los que lo complican y/o lo echan a perder todo en muchas ocasiones sin presentarse abiertamente como enemigos, porque en su realidad muchas veces ellos consideran que no lo son, aunque específicamente lo sean sin que, en definitiva, tengan conciencia de serlo. En general, se manifiestan en sus diversas clasificaciones y metamorfosis actuales a las que me voy a referir.
De hecho, los que lo complican y lo echan a perder todo, en mi opinión, se encuentran muy presentes en nuestra actualidad cotidiana; ya sea en el interior o en el exterior que nos rodea y que se relaciona con nuestro país. Se presentan muy en especial a favor o en contra de los conceptos revolucionarios que son mayoritarios en nuestro pueblo. Percibo que existe una tipología de personas con estas características, unos más y otros menos, porque los que lo complican y lo echan a perder todo actúan por diversos motivos, en ocasiones no concertados como tal, pero coincidentes en sus objetivos y consecuencias finales en última instancia, que son imprescindibles identificar para actuar con respuestas decisivas por nuestra parte.
En mi criterio, en el enfrentamiento que debemos presentar a la guerra de cuarta generación con que el imperialismo nos quiere sojuzgar y poner bajo su égida, no deberíamos pasar desapercibidas a esas personas por considerarlas no esenciales entre los tantos enemigos que tenemos que enfrentar. Creo que deberíamos tenerlas muy en cuenta, porque algunas, en sus efectos negativos de accionar diario, actúan como las gotas de agua que se van acumulando y son capaces de crear columnas, en ocasiones de gran tamaño que es posible encontrar en el interior de las cuevas. En este sentido, las acciones de estas personas van acumulando consecuencias en lo individual aparentemente inofensivas, pero de conjunto pueden ser aún más dañinas y cuando se hagan visibles podrían resultar incontrolables.
En este orden de pensamiento, considero necesario realizar un ejercicio de identificación en más detalles de quiénes son específicamente los que lo complican y/o lo echan a perder todo, porque en sus esencias básicas e, incluso, en sus acciones concretas, de momento no se identifican de igual manera; en tanto, que en lo estratégico más profundo coinciden en hacer un daño, consciente o inconscientemente, que nos puede causar mayor o menor incidencia negativa según su magnitud específica, como ya he expresado.
Al respecto, se pueden identificar los siguientes grupos de personas:
- Los burócratas que lo complican todo en función de sus conceptos burocráticos e, incluso, en ocasiones lo echan a perder todo.
- Los dogmáticos que no se pueden separar de sus esquemas básicos.
- Los que trabajan en los servicios y los comercios a que debe acudir el pueblo para resolver sus necesidades básicas, y algunos de ellos, maltratan a la población de las más diversas formas.
- Los que desde posiciones extremas, ya sean de izquierda, de centro o de derecha, nunca quedan conformes con las medidas y/o actuaciones que se plantean por la dirección del Revolución, por muy positivas que resulten ser.
- Los que, formando parte intrínseca de las clasificaciones expuestas en el anterior punto, siempre lo critican todo, en muchas ocasiones haciendo gala de rencores y odios extendidos a todo lo que provenga de Cuba y de su Revolución.
- Los que no se ocultan para negar los efectos negativos que efectivamente crean el bloqueo y la guerra económica a la población cubana. Incluso, algunos con especial rencor y odio hacen escarnio de la solidaridad de Cuba en el mundo, especialmente en los momentos que afrontamos la pandemia del COVID-19.
- Los que apoyan a los propósitos explícitos del bloqueo dirigidos a crear hambre y desesperación en el pueblo cubano, se manifiestan en el sentido de convertir en victimario al Gobierno de la Revolución como responsable de las penurias y limitaciones que crean el bloqueo y la guerra económica en la población cubana.
- Los que no aceptan ninguna crítica ni objeción planteada de forma constructiva y honesta con el propósito de perfeccionar el proceso revolucionario.
- Los conservadores que desde dentro pujan porque todo se vea gris y detenido en el tiempo, y van en contra de la creatividad, de la crítica y la autocrítica necesarias.
- Los que desde posiciones de extrema izquierda solo aceptan como ellos piensan y niegan toda posibilidad a quienes no piensen igual.
En este sentido, quiero citar un muy agudo y acertado post que el destacado intelectual cubano Carlos Alzugaray publicó recientemente en el blog Segunda Cita de Silvio Rodríguez, que retrata la actitud de algunos cubanos en el exterior que lo complican y lo echan a perder todo. Cito textual:
Alzugaray Temas dijo...
Silvio, me autocritico. Llevo días fuera de Segunda Cita y lo lamento. Vuelvo con esta reflexión que me provoca tu poema con el cuál estoy totalmente de acuerdo.1 Lo triste que he visto en estos días es que hay quien vive fuera y quiere tumbar el gobierno, pero quiere que lo tumbemos los que nos quedamos en Cuba. No critico a los que se fueron y contribuyen con sus comentarios a que mejoremos. Tampoco le niego el derecho de opinar sobre Cuba al que se fue. Los que me sacan de mis casillas son los que desde afuera empujan a los de adentro a que hagan lo que ellos no se atrevieron a hacer cuando vivían aquí. Se comprueba que es válido de que el que empuja no se da golpes. Por cierto, también reflexiono que a veces cuando se critica al gobierno con todo el respeto que se merece, otros se nos tiran encima. Criticar honestamente, aunque se esté equivocado, no es falta de lealtad. Es precisamente todo lo contrario. Es falta de lealtad cuando no se dice lo que se piensa. Un abrazo a todos. 14 de marzo de 2020, 13:13
Considero que el planteamiento de Alzugaray, que comparto plenamente, es preciso y recoge los sentimientos de muchos de los que apoyamos al proceso revolucionario cubano.
En los momentos en que escribo este capítulo, nos encontramos asediados por la pandemia del COVID-19, que es una de las conmociones más extendidas en nuestro mundo desde tiempos inmemoriales. En este sentido, me veo obligado moralmente a referirme a lo que está sucediendo al respecto de las clasificaciones de personas que lo complican todo y lo echan a perder todo que expreso más arriba. Citaré a continuación algunas muestras esenciales de los debates que se están realizando sobre el tema. No pueden ser todas las webs porque son muchas. Tomo, pues, como botón de muestras algo de lo debatido al respecto en el blog Segunda Cita, de Silvio Rodríguez:
Orestes H dijo...
Ernesto Estévez Rams trajo a su muro en FB una foto de la publicación de una persona que dice llamarse Rafael Morales (casi seguro falsa identidad) que dice:
“A mis hermanos cubanos: Si sospechan que tienen el coronavirus acérquense a los policías, MININT, CDR, miembros del PCC y simpatizantes del régimen y establezcan conversación con ellos para contagiarlos. Si se enferma toda esa gentuza no podrán reprimir al pueblo y Cuba será libre. Riéguenlo”.
Como dice Ernesto....sin comentarios...o sí.... mejor uno que tomo de la publicación que hace algún tiempo hizo el honesto joven cubano Ariel Montenegro:
“con quienes no tienen ni siquiera rumbo político, con quienes se vendieron al vecino que mató e hizo pasar hambre a los suyos, con quienes asesinaron a Manuel Ascunce, y al Che… ¿con esos?… vaya… ¡ni p…!!!”.
Saludos;
Orestes H2
En tanto que otro participante en el debate expreso que:
A los pasajeros del crucero MS Braemar,
¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón
A los ingleses, irlandeses, canadienses, italianos. Australianos. Belgas, japoneses, los de los Países Bajos, neozelandeses, noruegos, suecos, a los colombianos, a la tripulación.
Así es nuestra Cuba.
Así es la Revolución.
Así es nuestro Socialismo
Así es NUESTRO QUERIDO, DESPRENDIDO Y SOLIDARIO PUEBLO.
ASÍ ES FIDEL.
A todos los pasajeros del crucero MS Braemar, les deseamos un feliz regreso a sus países y a los enfermos o sospechosos de la enfermedad que superen este mal momento y también regresen con los suyos.
Cuba los esperará a todos cuando la incertidumbre, el miedo, la desidia, la mala fe, el egoísmo, la falta de solidaridad hayan sido derrotada,
Los acogerá cuando los hombres y mujeres se puedan mirar a los ojos bien cerca, tocarse las manos, se puedan besar sin temor y sin objeto extraño en la boca.
Cuba y todo su pueblo los espera con el convencimiento de que “NO TODO ESTÁ PERDIDO Y CON EL CORAZÓN EN LA MANO”.
Un fuerte abrazo a todos y mucha esperanza.
Sergio 17 de marzo de 2020, 8:59
Mientras que alguien se inspiró en la acción humanitaria de Cuba, y agradecidamente escribió los siguientes versos3
En tiempos de coronavirus
Una muchacha, confinada en el mar, levanta su copa
y pide un abrazo, una caricia, prohibidas, en auxilio.
En tiempos de coronavirus
Cuando no puedo abrazarte,
Dibujo una estrofa en Esperanza.
La serpiente mediática envenena egoísmos y miedos.
Fake news conminan, bajo terror, la profecía del año de los gemelos
Y exigen el encierro de la humanidad.
Solo un poema pudiera salvarnos,
Sin besos, sin abrazos o caricias,
A dibujar tu sonrisa agradecida en los labios,
Para esta isla, sirena del Caribe,
Que algún poeta vistió como maldita circunstancia,
Cuando en tiempos de coronavirus,
Te rescata en su seno.
Mi amigo Ventura Carballido Pupo,4 un inquieto holguinero de pueblo que otras veces me ha escrito, me envió un artículo titulado “A otro con ese cuento”, al respecto de sus sentimientos motivados por hechos trascendentales que han acaecido en estos tiempos. Fue un extenso artículo de respuesta a quienes han tratado de denigrar el altruismo de Cuba con la autorización de desembarco en el puerto de Mariel, para ser evacuados a Inglaterra, a los pasajeros y tripulantes del crucero MS Braemar, que en ningún puerto de los Estados Unidos y de los países del Caribe le permitieron atracar condenándolos a quedarse varados en alta mar, del cual cito su párrafo conclusivo final:
Las personas que intentan descalificar y desdeñar este acto de indiscutible humanismo y altruismo, carecen no sólo de insensibilidad sino de falta de información. Aún no tenía ni 32 años en los 70, cuando fui testigo como miles de holguineros y cubanos donábamos nuestra sangre primero, entre ella la del Líder Histórico y luego enviaban la mitad de la cuota de azúcar al pueblo de Chile que había sufrido los embates de un terremoto. Como este ejemplo son cientos los actos de altruismo de la Cuba de siempre. Molesta tanta luz, que giren su cara malagradecida mientras nosotros damos y sabemos, con acciones, amar al prójimo. Además, en el mundo entero se cobran y pagan estos servicios. Los que no saben de Cuba, aún viven inmersos en leer periódicos viejos y someterse a los aires de odio y resentimientos. La decisión de recibir el buque es también un acto de soberanía.
En este orden pensamiento, quiero citar algo que expresó el presidente Miguel Díaz-Canel el chequeo diario de la situación que presente el Covid 19 en Cuba, el 19 de marzo del 2020:
El país, el Partido, el Gobierno y las instituciones están responsabilizadas con preservar la vida y la salud de nuestro pueblo, y también ser solidarios y cooperantes con los que necesitan apoyo en el mundo, en lo que esté a nuestro alcance, porque nosotros hemos defendido que Patria es humanidad”.
Para culminar, quiero decir que cuando estaba terminando de escribir este artículo, el presidente de la República, el primer ministro y varios ministros se dirigieron al pueblo por medio del popular programa de televisión “La Mesa Redonda” para explicar un nuevo e importante conjunto de medidas que se aplicarán en Cuba de inmediato. Con independencia de que en próximas entregas las comentaré más explícitamente por su importancia intrínseca citaré solo dos frases esenciales expresadas por nuestro presidente:
Como Estado y Gobierno, tenemos la responsabilidad de proteger las vidas humanas y todo el tejido social, enfrentando la situación de una manera integral, con serenidad, realismo y objetividad. No puede haber pánico ni exceso de confianza […]. Hay que dar un no al egoísmo, al individualismo y a la falta de solidaridad”.
Así lo pienso y así lo expreso con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular.
Continuará.
Finalmente, les reitero mi correo electrónico con el propósito de que puedan trasmitirme, criterios, opiniones y preguntas: fsmederos@gmail.com
Notas
1 Véase blog Segunda Cita, viernes 13 de marzo de 2020, en https://segundacita.blogspot.com/2020/03/si-no-quieres-tumbar-al-gobierno.html
2 Ibídem, 17 de marzo de 2020, 13:21, en https://www.blogger.com/ comment.g?blogID=2044430452931794159&postID=4906439457149203802&isPopup=true
3 Nevalis Quintana Fernández: “En tiempos del coronavirus”, CubaDebate, en http://www.cubadebate.cu/especiales/2020/03/19/en-tiempo-de-coronavirus/#.XnROKmDB_cs
4 Licenciado Ventura Carballido Pupo. Abogado, analista político, historiador y escritor. Correo: vcarba42@nauta.cu.Holguín. Cuba.